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JUICIO DEL BALCÓN DE ROSALES

A Ussía le mataron de un fuerte golpe en el corazón

La reanimación del SAMUR alargó la vida de la víctima, según los forenses

F. Javier Barroso

"Aunque Álvaro Ussía hubiese estado en un quirófano justo cuando recibió el golpe en el pecho, no habría dado tiempo ni de salvarle". Así de rotundos se mostraron ayer los forenses que practicaron la autopsia al joven que murió en la discoteca Balcón de Rosales el 15 de noviembre de 2008. Ussía recibió un fuerte golpe en el pecho que le partió el corazón por el ventrículo izquierdo. Los médicos rechazaron que las maniobras de reanimación practicadas por el SAMUR (principal argumento de la abogada del acusado Pitoño) causaran la muerte de la víctima.

Los dos médicos forenses, Enrique Fernández Rodríguez y Cristina García-Andrade, hicieron un relato muy didáctico para que el jurado entendiera cómo murió Ussía. El cadáver presentaba hematomas en ambos costados. Se trata de lesiones de carácter leve propinadas con patadas o puñetazos. "Eran difíciles de cuantificar porque se solapaban unas con otras. Serían unos tres por cada lado", explicó Fernández.

El principal acusado había consumido cocaína, según los análisis

Las lesiones internas eran coincidentes con un fuerte golpe recibido en el centro del tórax. Tenía una contusión en las arterias aorta y pulmonar. El estudio del corazón fue mucho más revelador. Los médicos vieron que tenía una rotura en la parte posterior, a la altura del ventrículo izquierdo. Fue eso lo que le causó la muerte. El pericardio (la membrana que envuelve este órgano) se fue llenando de sangre por ese orificio, lo que impidió que siguiera bombeando. "Al principio, el corazón entra en taquicardia [146 pulsaciones por minuto] porque intenta superar esa situación y compensar pero, conforme va aumentando la sangre en la membrana, no lo consigue", explicaron los forenses.

El hecho de que el corazón presentara lesiones en la parte delantera es lo que indica que la muerte se produjo por un aplastamiento efectuado con mucha fuerza, muy rápido y con mucha intensidad, según los médicos. Además, coincidió que el joven estaba sobre una superficie dura (el suelo) que impidió que el cuerpo se desplazara. "Jamás hemos visto que un corazón sano, como el de Ussía, se rompiera por una maniobra de reanimación, pero desde luego lo que lo descarta son esas lesiones en la parte delantera. En todo caso, le alargaron la vida", añadió Fernández.

Los anatomopatólogos explicaron que el corazón de Ussía estaba sano y que era de los considerados pequeños: pesaba 279 gramos, sobre todo por su estatura (1,85 metros). Los análisis de la sangre revelaron que la víctima tenía 1,62 gramos de alcohol. Estaba ebrio. No había consumido ninguna droga. "Esa cantidad no influye en ningún caso en la muerte", afirmaron los médicos.

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Otros análisis practicados por el Instituto Nacional de Toxicología demostraron que el principal acusado, Antonio Sánchez Serrano, Pitoño, había consumido cocaína en las fechas en que se produjo la mortal agresión.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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