El Gobierno refuerza la atención psicológica y jurídica a las víctimas de explotación sexual

El Gobierno vasco ha puesto en marcha un protocolo de coordinación institucional para reforzar el asesoramiento jurídico y psicológico a las mujeres que sufren explotación sexual. La directora de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género, Mariola Serrano, aclaró ayer que la medida pretende establecer un circuito de protección policial y atención que evite la "doble victimización" de quienes están sometidas a la "prostitución forzada". "Una manifestación de la violencia de género que a menudo pasa desapercibida para la sociedad", según alertó.

El protocolo establece las condiciones que debe reunir un recurso de acogida para facilitar la recuperación de las víctimas y ofrecerles tiempo para que puedan tomar decisiones sobre su futuro. Es fruto del trabajo que desde finales de 2009 ha desarrollado un grupo de trabajo formado por los distintos agentes implicados en la materia, entre los que figuran la Ertzaintza, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil, la Subdelegación del Gobierno, la Dirección de Justicia y organismos como Emakunde, cuya coordinación resultará fundamental para la buena marcha de la iniciativa.

Con idéntica finalidad, el Ejecutivo ha editado dos guías con los recursos disponibles. Una está dirigida a profesionales y a la ciudadanía en general, mientras que la otra tiene como público objetivo a las propias mujeres que sufren explotación sexual y se publicará en diez idiomas: rumano, ruso, albano, árabe y chino, entre ellos. Además, el Gobierno elaborará un tríptico con el testimonio de una víctima para animar al resto a romper su silencio.

Serrano también anunció ayer, durante su comparecencia en Bilbao, una próxima campaña de sensibilización, con carteles publicitarios y anuncios en radio e Internet, que tratará de reflejar la gravedad de la prostitución forzada e instará a "no ser cómplice" de ella. La directora de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género reivindicó la colaboración ciudadana como imprescindible para "erradicar" el problema.