De la Torre se desmarca del edil investigado por irregularidades

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), se separó ayer un poco más de su edil de Urbanismo, Manuel Díaz, muy tocado políticamente por las supuestas irregularidades en la contratación de una piscina municipal, que investiga un juzgado, y por la concesión de una licencia de obras para su casa en la que se falsearon datos para abaratarla. El regidor consideró que el último escándalo, la petición de la licencia, es "un fallo de ingenuidad o de torpeza" que circunscribió a "su vida particular".

De la Torre evitó hasta en tres ocasiones contestar a la pregunta sobre si iba a destituir al edil al que hasta hace bien poco él mismo apuntó como uno de sus posibles sucesores. "Es un gran concejal", se limitó a decir ayer.

El regidor evita contestar si va a destituir al titular de Urbanismo

El alcalde no quiso comparar la situación de Manuel Díaz con la de Manuel Marmolejo, otro concejal de su equipo de gobierno que dimitió en diciembre de 2009, tras conocerse que había adjudicado obras a una empresa de su cuñado. "Son cosas diferentes", consideró.

Sin embargo, las reacciones y los mensajes del regidor en los dos casos están siendo muy parecidas. De la Torre propició la renuncia de Marmolejo dosificando durante varios días los mensajes críticos con las adjudicaciones antiestéticas. En el caso de Manuel Díaz, el viernes, el regidor manifestó que "en la vida no sólo hay que ser ejemplar y honesto, sino, además, parecerlo".

Las supuestas irregularidades en las que se ha visto envuelto el edil de Urbanismo de Málaga comenzaron con el llamado caso Piscinas. El Juzgado de Instrucción número 14 de Málaga investiga un supuesto delito de cohecho en la concesión de la contrata de la piscina de Puerto de la Torre, formalmente otorgada a una alianza de dos empresas, una de la cuales pertenece a un amigo de Díaz que ha asegurado que fue el edil quien le animó a concursar. Díaz utilizó durante más de un año un todoterreno de su amigo empresario antes de ponerlo a su nombre, informó ayer Málaga Hoy.

Manuel Díaz insistió en que en el concurso de la piscina "no hubo ningún tipo de problema" porque se otorgó la concesión a la única oferta presentada, que puso además un canon que superaba en más del doble al mínimo establecido de partida.

El segundo escándalo está relacionado con una licencia de obras para la casa del concejal de Urbanismo. En la solicitud, de marzo de 2010, figuraba que el coste del proyecto era cinco veces inferior al realmente presupuestado. Esto permitió obtener la licencia más barata que contemplan las ordenanzas municipales.

Para esta obra, la esposa de Díaz contrató a un albañil de nacionalidad polaca que acudió a Urbanismo a solicitar los permisos. El operario había presentado un primer presupuesto de más de 8.000 euros. Sin embargo, el albañil declaró en la Gerencia de Urbanismo que la obra de reforma tendría un coste de apenas 1.700 euros. Como no superaba los 1.800 euros, la licencia salió por el mínimo legal: 49,34 euros. Además, la licencia se tramitó en apenas tres minutos, cuando lo normal es que este tipo de permisos lleven en el mejor de los casos varios días

El albañil polaco, de nombre Andrej S., había trabajado para una sociedad de Enrique Vega, un empresario que actuó como intermediario para que el amigo del concejal encontrara un socio para optar a la concesión de la piscina de Puerto de la Torre.