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Amenazas para la recuperación

El euríbor se dispara por la amenaza de subida de tipos de interés del BCE

El índice asciende al 1,92%, el mayor aumento en año y medio, y provocará un impacto inmediato en las hipotecas - El euro toca el listón de los 1,4 dólares

Claudi Pérez

"Kristallklar". Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), es francés pero trabaja en Francfort, imbuido de una forma de ejercer la política monetaria relacionada con las obsesiones alemanas por la estabilidad de precios. Trichet no suele utilizar el alemán, pero el pasado jueves no dudó en emplear esa palabra -"kristallklar", cristalino, claro como el agua- para describir la toma de decisiones del Eurobanco. El BCE subirá los tipos de interés en abril, según se desprende del lenguaje inusualmente explícito usado por su presidente, ante las presiones inflacionistas y el recalentamiento de la economía del conjunto de la eurozona, si se exceptúa a España y al resto de la periferia, que tienen el problema contrario. Los mercados interpretaron ayer con la misma claridad esa subida: el euríbor se disparó hasta el 1,92%, la mayor subida en un solo día desde mediados de 2008, y el euro volvió a rebasar los 1,40 dólares.

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El impacto en economías como la española puede ser notable, no solo por la subida de abril sino por sucesivos aumentos posteriores
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Los efectos de la subida de tipos son inmediatos: bastaría con que el euríbor se mantenga a esos niveles -aunque lo normal es que siga subiendo- para que la revisión de hipotecas que tomen como referencia los datos de marzo sea la más aguda desde mediados de 2008: unos 50 euros más al mes para una hipoteca media. Eso, además, pospone la recuperación del sector inmobiliario y complica la vuelta a la normalidad en la banca. Y un euro fuerte perjudica las exportaciones en sectores como el turismo y la automoción, aunque abarata el petróleo.

La tensión se dejó notar ayer en los mercados tras la sorpresa que supuso el tono desacostumbradamente explícito de Trichet con las citadas subidas del euríbor y del euro, pero además con caídas en las Bolsas -del 0,6% en la española-, en parte por el mal dato de empleo en EE UU, y las ya habituales alzas en el mercado del crudo por la tensión en Oriente Medio. La presión no va a ceder: la próxima reunión del BCE (el 7 de abril) se adivina clave, pero el calendario depara antes grandes focos de interés: la cumbre de la eurozona de la semana próxima es fundamental para la resolución de la crisis fiscal.

Los expertos muestran cierta sorpresa por la decisión del Eurobanco y, pese al amplio abanico de opiniones, la mayoría coincide en que el BCE puede haberse precipitado. El gurú Nouriel Roubini afirmó que el alza de tipos "es un error": no ayuda en nada a la anémica recuperación de la periferia del euro, con Portugal "al borde del rescate" y España "demasiado grande para ser rescatada". "La inflación es aún lo suficientemente baja", y al contrario de lo que apunta el BCE, "hace falta una política monetaria más flexible, un euro más débil y que Alemania retrase su plan de austeridad para estimular su crecimiento y el del resto de la eurozona", dijo.

El impacto en economías como la española puede ser notable, no solo por la subida de abril sino por sucesivos aumentos posteriores, que el mercado ya descuenta y que provocarían recortes en la renta de las familias y en la inversión empresarial. "En muchos países no puede haber grandes repuntes de la inflación porque a las empresas les sobra capacidad instalada, la banca no da crédito y no hay contagio de subidas de precios a salarios: en el caso de España es una pésima noticia", explicó Emilio Ontiveros, de AFI. "Subir los tipos en estas circunstancias es reducir al mínimo cualquier esperanza de que mejore el mercado laboral", abundó Juan José Rubio, catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Y las cosas aún pueden empeorar: "La obligación del BCE es controlar la situación en la eurozona en su conjunto, no en la periferia. Lo sorprendente han sido tipos tan bajos durante casi dos años: con la situación en el Norte de África y su previsible impacto en el petróleo y las expectativas de inflación, la política monetaria tenía que normalizarse tarde o temprano. Lo más probable es que en 2012 los tipos oficiales lleguen al 4%. Son malas noticias para España, pero España no es precisamente el objetivo del BCE: se trata de la eurozona en su conjunto", afirma Jordi Galí, catedrático de la UPF y experto en política monetaria. Los mercados anticipan ya un euríbor del 2,5% para finales de este año. Es decir, hipotecas más caras y mayores cargas de intereses por la deuda de las empresas y del Estado: más dificultades para salir del túnel. Eso también está claro como el agua.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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