Oller quiere que el Palau tenga "un discurso artístico propio"

Dentro de seis meses tendrá elaborado el plan estratégico con el que pretende "generar confianza" en el Palau de la Música. De momento, Joan Oller, su nuevo director general, esbozó ayer los ocho puntos alrededor de los que girará esta nueva etapa de la entidad. Los dos primeros son centrales: potenciar el Orfeó Català, que tendrá un ciclo propio, poniendo énfasis en la escuela para preparar el futuro y crear "un discurso artístico propio" con el referente de la excelencia y centrado en la música clásica, coral y contemporánea. Para conseguirlo prevé modificar la estructura actual de la programación, para lo que contará a partir de ahora con la ayuda de Víctor García de Gomar, que compaginará su actual labor de director del Auditori de Girona con la de director adjunto para temas artísticos del Palau.

Oller tampoco descarta introducir la figura del compositor invitado y contar con la colaboración más o menos estable de alguna orquesta catalana. Los otros seis puntos de su plan pasan por aumentar el público de la institución; acentuar su vertiente educativa; crear un programa de mayor acento social relacionado, en principio, con las necesidades del barrio en el que se ubica; promover la difusión patrimonial tanto del edificio como de sus archivos de partituras; incrementar la internacionalización de la entidad a través de producciones propias que creen tendencia y sean referentes, y por último, maximizar los ingresos.

Estos serán en 2011, globalmente, de unos 13 millones de euros, de los que 2,5 provienen de las instituciones y el resto del patrocinio (2,3), alquiler de la sala (2,3), taquilla (2,3) y visitas al edificio (2). Sobre la posibilidad de que parte del dinero saqueado por Millet y Montull revierta en el Palau, la presidenta del Orfeó, Mariona Carulla, se mostró escéptica: "Todo está hipotecado. No me hago demasiadas ilusiones de que en el futuro podamos recuperar nada". Oller insistió en que todos los ingresos son necesarios, por lo que no se plantean dejar de alquilar el Palau ni para los actuales ciclos privados ni para otras actuaciones de nivel cuestionable, aunque reconoció que estudiarán crear sus propias producciones para turistas.