Una subvención interrumpida

Juan María González Mejías, secretario general de Telecomunicaciones de la Junta y sobrino del expresidente del Gobierno Felipe González, solicitó a la Junta en 2002 una ayuda directa para su empresa Bellow Marko, de la que era apoderado su padre, Juan María González Márquez. Tras firmar un protocolo de convenio con el ex director general Javier Guerrero en enero de ese año, González Mejías abandonó en noviembre la empresa y renunció a la subvención.

El protocolo de convenio firmado entre Empleo y Bellow Marko el 18 de enero de 2002 mencionaba una ayuda "para redimensionar la empresa, consolidar la fuerza de ventas y hacer frente a inversiones comprometidas". Además, establecía un compromiso para pasar de 17 trabajadores en 2002 a 25 empleados durante 2006.

Pero en noviembre de ese año González Mejías repensó su petición, decidió abandonar la empresa, vendió el 70% de las acciones que poseía, y desistió de pedir la subvención. Para ello presentó un escrito en la Dirección General de Trabajo con su renuncia: "No pudiendo garantizar el destino de los fondos, por la presente renuncio (...) a las ayudas que pudieran ser concedidas mediante la firma del convenio de colaboración suscrito entre la empresa, la Dirección General de Trabajo y el Instituto de Fomento de Andalucía con fecha 3 de mayo de 2002 (...) y cuya copia se adjunta como anexo a este documento".

Fuentes de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia aseguran ahora que dicho convenio nunca fue firmado por González Mejías, pese a que el documento presentado por él afirmaba lo contrario.

Tras la venta de las acciones de González Mejías a otros nuevos socios y la salida de su padre como apoderado, la sociedad reactivó la ayuda. Uno de los socios que como secretario del consejo de administración, consejero y accionista, solicitó de nuevo la subvención directa a Guerrero fue David Antequera, entonces miembro de la dirección nacional de Nuevas Generaciones del Partido Popular y ahora vocal de la ejecutiva provincial del PP.

Finalmente, Guerrero aprobó la ayuda para Bellow Marko y en marzo de 2003 la compañía percibió 447.754 euros. La sociedad, dedicada al márketing y la comunicación, tiene hoy 65 empleados.