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Reportaje:

Caos, enredo y arte escénico

La Compañía Nacional de Teatro Clásico rescata del olvido al dramaturgo del Siglo de Oro Antonio de Solís y Rivadeneyra y estrena 'Un bobo hace ciento'

El poeta, dramaturgo e historiador alcalaíno Antonio de Solís y Rivadeneyra no es precisamente uno de los autores de nuestro Siglo de Oro más popular y reconocido, seguramente debido a que tuvo que contrastarse con los grandes y además hizo una carrera de dramaturgo muy corta, antes de dedicarse a la política (tras ser nombrado secretario de Felipe IV no paró de recibir favores del rey) y a otros cometidos, como la escritura de su espléndida obra Historia de la conquista de México.

Un bobo hace ciento no es tampoco su obra más conocida ni representada, sobre todo al lado de El amor al uso, que es la que más repercusión ha tenido. De hecho nunca un texto suyo había sido puesto en escena en la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), ni por casi ninguna compañía a lo largo del siglo XX, algo inexplicable, porque su teatro es rico en lenguaje y en lo que se llama carpintería teatral. Tampoco el director escénico Juan Carlos Pérez de la Fuente había trabajado nunca para esta unidad de producción del Ministerio de Cultura.

Participan Daniel Albaladejo, Arturo Querejeta y Francisco Rojas, entre otros
La pieza fue llevada a escena en muchas ocasiones durante la Ilustración

El destino, y sobre todo Eduardo Vasco, actual director de la CNTC, les ha unido en un viaje singular, ya que uno y otro llegan juntos al escenario del Teatro Pavón, sede provisional de la CNTC, para ofrecer esta respetuosa versión de Bernardo Sánchez de Un bobo hace ciento, una obra en la que Pérez de la Fuente, empujado y acompañado por el propio Solís, se adentra en la locura, la provocación y el dislate. Y lo hace con una obra inteligente que el director además califica de "divertida, caótica, loca, excéntrica, inverosímil. Un puzle, un fabuloso enredo lleno de equívocos, pérdidas de cartas, confusiones y caóticos líos". El director está convencido de que si hay una obra que represente el final del imperio español es esta: "La primera parte es una estructura caótica, como el Madrid de la época; la verdad es que viendo esto solo puedo concluir que nuestra movida de los últimos años ochenta se quedó corta y que, sin lugar a ninguna duda, esta obra solo puede suceder en Madrid, donde se ha creado un universo propio, como el de esta singular y excepcional pieza que es una gran metáfora de nuestra vida".

El montaje cuenta con uno de los elencos habituales de la CNTC, en el que destacan en esta obra, entre otros, Daniel Albaladejo, Arturo Querejeta, Francisco Rojas, Beatriz Argüello, Muriel Sánchez y Eva Trancón, que comparten escenario con tres músicos que tocan en directo las composiciones musicales y arreglos de Alicia Lázaro. También es importante en esta puesta en escena la coreografía de Nuria Castejón, ya que el ritmo del montaje es casi un curioso y permanente movimiento realizado sobre la escenografía de Richard Henry Louis Ceñiré y el vestuario de Javier Artiñano. "Solo con ver el escenario ya se ve que tiene perfume a comedia española con gran carnaval; desde hace años el carnaval se ha separado del teatro y está muy bien que salgamos a su encuentro, que estemos locos, que follemos y que el miércoles de carnaval volvamos a la crisis y a la cotidianidad, el teatro tiene que recuperar un punto de escándalo, si no está muerto", señala Pérez de la Fuente que con este trabajo ha tratado por todos los medios de acercarse a lo que él y los de su oficio entienden por teatro total, donde se le pide al actor que haga de todo.

Solís está considerado el último autor del Siglo de Oro y Un bobo hace ciento es la primera comedia de figurón, que deja atrás la comedia de capa y espada. Nació en Alcalá de Henares en 1610, por lo que la CNTC se suma a la celebración de su IV Centenario con esta obra que en la época de la Ilustración fue muy representada ya que Solís estaba muy valorado: "Luego con los años fue perdiendo fuerza a medida que surgían otras maravillas", señala Vasco mientras Bernardo Sánchez añade: "Si estuviéramos en Inglaterra sería una comedia tardía, depósito de toda la maestría dramatúrgica, moral, política y social del Siglo de Oro, una época que se fuga con comedias como esta, que no es ninguna banalidad".

Una escena de <i>Un bobo hace ciento</i> por la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Una escena de Un bobo hace ciento por la Compañía Nacional de Teatro Clásico.CHICHO

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