El fiscal pide 21 años para un jefe fallero por abusar de dos niños
La Audiencia de Valencia abre hoy juicio contra José Emilio Sanfrancisco, de 52 años, portaestandarte de la Hermandad del Santo Sepulcro y responsable del área infantil de la comisión fallera Tulell de Alzira, por haber abusado supuestamente de dos menores de 9 y 13 años entre 2006 y 2008. El fiscal pide 21 años de cárcel para el acusado. La acusación particular eleva la petición a 60 años al considerarlo autor de sendos delitos continuados de violación.
Ambas acusaciones consideran probado que Sanfrancisco, valiéndose de la relación de confianza que había trabado con los chavales, los convencía de que le acompañaran a casa con el pretexto de enseñarles películas y videojuegos. Una vez allí, los sometía a diversas prácticas sexuales.
Los menores ocultaron a sus padres los hechos durante meses "por miedo y vergüenza", afirma la acusación particular. Cuando la madre del más pequeño descubrió lo ocurrido, lo denunció en el cuartel de la Guardia Civil y en la falla. Termine como termine el juicio, la reacción de la comisión fallera ante la denuncia merecería un análisis aparte.
La falla, con el acusado
La falla no se puso del lado de los menores, ni mantuvo la neutralidad mientras se investigaba la denuncia. Lo que hizo fue salir en defensa del acusado (redactó un escrito y recogió firmas en su apoyo) y expulsar a los dos niños. El documento fallero en defensa de Sanfrancisco será aportado en el juicio por su abogado.
El acusado, a quien el fiscal reconoce un "retraso mental leve (coeficiente mental entre el 50% y el 69%) que afectaba de forma leve a sus facultades intelectivas y volitivas, sin anular las mismas", tuvo que dejar de ir a la falla. Pero no por decisión de su directiva, sino porque las medidas cautelares adoptadas por el juzgado de instrucción de Alzira le prohibían acercarse a los menores, y uno de ellos vive muy cerca del casal.
Según fuentes del caso, el acusado pertenece a una familia acomodada y bastante conocida en la capital de la Ribera Alta. A pesar de las reiteradas peticiones de las acusaciones, hasta ahora ha permanecido en libertad con la obligación de presentarse en el juzgado tres veces por semana. Según la acusación particular, el trastorno psicológico que los abusos sexuales causaron en los chavales se agravó al verse excluidos de la falla, especialmente en el caso del más joven.
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