El PSC se la juega: Hereu o Tura

En total 3.425 militantes y 8.617 simpatizantes del PSC de Barcelona decidirán hoy si el cabeza de lista de las municipales del 22 de mayo es el actual alcalde, Jordi Hereu, o Montserrat Tura, diputada y exconsejera de Justicia. El proceso de las primarias -inédito para elegir el candidato a la alcaldía de la ciudad de Barcelona, y más cuando uno de los dos rivales ocupa el cargo- acabó ayer como empezó: con la absoluta incerteza del resultado y con el silencio sepulcral -por lo menos en público- de la cúpula nacional del partido.

Ningún dirigente se ha implicado en el proceso -de nuevo públicamente-, como si no fuera con ellos la elección del candidato que afrontará el reto de no perder el gobierno de Barcelona, en manos de los socialistas desde hace 32 años. Y en el ámbito político español, la única gran ciudad que gobiernan los socialistas. Con todo, esta noche no está previsto que ni el primer secretario, José Montilla, ni el secretario de organización, José Zaragoza, acudan al acto de proclamación del ganador. Estará Miquel Iceta: como militante de Barcelona, primero, y en su papel de viceprimer secretario y portavoz del partido.

Sobre el resultado, todo son incógnitas. La primera, la participación. En dos semanas de campaña, por las 10 agrupaciones socialistas de Barcelona han pasado centenares de militantes para escuchar las razones y proyectos de Tura y Hereu. Ninguno de los dos equipos de campaña aventuraba ayer cálculos de participación. En las primarias de Josep Borrell y Joaquín Almunia, la participación fue del 50%. En la contienda madrileña entre Tomás Gómez y Trinidad Jiménez, un duelo de alta tensión, superó el 80%.

La segunda incógnita es si los simpatizantes se movilizarán e irán a votar. Se ha extendido la sensación -incluso entre los dirigentes del partido- de que Tura tendrá más posibilidades si la participación es alta entre los simpatizantes; mientras que Hereu goza del respaldo de la mayoría de los militantes. Los colegios electorales en esta ocasión serán las 10 agrupaciones territoriales que abrirán a las nueve de la mañana y cerrarán a las ocho. Dos urnas separadas, una para militantes y otra para simpatizantes. Hereu votará en la agrupación a la que pertenece, Les Corts. Su oponente no votará: no es militante de la Federación de Barcelona. Lo es de la del Vallès Occidental, la comarca a la que pertenece Mollet, su ciudad natal y donde fue alcaldesa 16 años. El resultado se conocerá sobre las nueve de la noche.

Las urnas pondrán el punto final a un proceso singular que se ha desencadenado por la suma de dos hechos: la firme decisión de Hereu y de la Federación de Barcelona de defender su candidatura, y la no menos firme decisión de la cúpula del PSC de evitar que Hereu fuese el candidato, atendiendo a los pésimos resultados que pronosticaban todas las encuestas. Después de perder el gobierno de la Generalitat en las autonómicas de noviembre, los socialistas intentaron buscar un caballo blanco para salvar la capital: Ferran Mascarell -que les acabó dando el portazo y pasándose al Gobierno de Artur Mas-, Antoni Castells y la propia Montserrat Tura. Fue ella quien finalmente dio un paso adelante y provocó las primarias. No ha parado de repetir que no es la candidata del aparato y de recordar que es de las voces más críticas de la calle de Nicaragua.

Mientras, Hereu -que se ha mostrado con más convencimiento como candidato que como alcalde -ha entrado mucho más en el modelo de ciudad y en la explicación del trabajo hecho; Tura ha insistido en el debate político, en la necesidad de escuchar a los ciudadanos, -"los sensores", dice-, de abrir los partidos. No es exótica la lectura de que sus objetivos son distintos: el de Hereu es la alcaldía; el de Tura -aunque cuando anunció su candidatura dijo que quería ser "alcaldesa de Barcelona"- es aspirar a la primera secretaría del Partit dels Socialistes en el congreso de otoño que debe elegir el relevo de José Montilla.

Pasadas las primarias, existe una tercera incógnita, la de mayor trascendencia: qué consecuencias tendrá el resultado de las primarias para el PSC. "Pase lo que pase, sería una catástrofe si el partido no fuera a una a por Barcelona", interpreta un destacado miembro de la ejecutiva. Un temor que comparten en los ayuntamientos de las grandes ciudades que están en manos del PSC.

Además de Barcelona, también en Sant Cugat celebra primarias hoy el PSC. Ferran Villaseñor y Jordi Menéndez son los dos nombres que quieren liderar la renovación local del partido en el ámbito local, después de los malos resultados obtenidos por el PSC en las últimas municipales, informa Ivanna Vallespín. Para esta misión, Nicaragua ha apostado por Menéndez, actual jefe de la oficina del ex presidente José Montilla y que ya fue candidato a la alcaldía de Sant Cugat en las elecciones de 1999 y 2003. El candidato recogió el 35,5% de los avales de los militantes, frente al 51,2 % que obtuvo Villaseñor, actualmente concejal y primer secretario local del partido. También en este caso serán decisivos los simpatizantes: 510 personas que se suman a 180 militantes. Página 3