Markéta Lazarová
Narrativa. En su autobiografía, Jaroslav Seifert dedica un emocionado capítulo a la evocación de su amigo Vladislav Vancura (1891-1942), al que la Gestapo asesinó en 1942. Allí, Seifert cuenta anécdotas entrañables de aquel médico que como nuestro Baroja detestaba la medicina y en cuanto pudo colgó el estetoscopio y se aferró a la estilográfica. Vancura es una de las más grandes figuras de la literatura de la Primera República checoslovaca, instituida en 1918 con algunos espléndidos retales del imperio austrohúngaro y que antes de extinguirse con la invasión alemana de 1938 dio a la literatura en lengua checa un impulso considerable, incorporando las corrientes de vanguardias europeas, los futurismos, proletarismos y otros ismos. En prosa estaban los hermanos Capek, y en poesía Nezval y Seifert, miembros fundadores del grupo Devetsil, cuyo primer director precisamente fue Vancura, si no yerro. Éste publicó una decena de novelas, algunas de gran éxito, antes de enrolarse en la resistencia comunista e ir al martirio. Una de las mejor consideradas y más traducidas es Markéta Lazarová, novela histórica sobre el amor brutal entre una virgen aspirante a monja y un apuesto e implacable bandolero. En este romance de lobos Vancura empezó a rumiar al enterarse de que en el medioevo sus nobles antepasados se dedicaban a asaltar los caminos en los alrededores de la ciudad de Boleslav. Vancura exalta las pasiones fuertes, la inocencia, el valor y la rebeldía de una familia de bandidos, tanto como lamenta sus desafueros. De vez en cuando su voz omnisciente irrumpe en el relato para alentar o imprecar a un personaje, invocar a la divinidad en que no cree, poner al lector por testigo de alguna indignidad, o para disertar brevemente sobre el amor y la fatalidad. En su ensayo El telón, Milan Kundera menciona a Vancura como su primer gran amor literario, y es cierto que algunos de los recursos estilísticos que permiten a Kundera alternar tan fluida y hábilmente en sus novelas los párrafos de carácter narrativo con las digresiones meditativas parecen el desarrollo lógico de las aportaciones de Vancura.
Markéta Lazarová
Vladislav Vancura
Traducción de Monika Zgustova
Contraseña. Zaragoza, 2010
190 páginas. 17,90 euros
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.