El obispo cita a Marx ante la patronal
Luis Quinteiro: "Eso de acumular riqueza ni siquiera funciona para la empresa"
"Todas las crisis son ocasión para una renovada ilusión". Con este mensaje tan optimista se presentó en el Círculo de Empresarios de Galicia Luis Quinteiro, obispo de Tui-Vigo, que ofreció ayer una charla sobre economía e Iglesia. "Una crisis como esta nos pone a prueba hasta límites no sospechados", afirmó antes de mostrar "la disposición de la Iglesia a colaborar", en la recuperación.
Natural de Vila de Cruces y autor de varios libros de filosofía, cuajó su intervención de referencias a pensadores tan distantes como Adam Smith y Carl Marx. "De ellos hemos heredado el viejo paradigma de la estructura y la superestructura de la vida social. Según ellos, la estructura por excelencia según la cual se configuran todas las demás es la economía. Hoy esta tesis necesita ser profundamente revisada", matizó.
"La crisis tiene mucho que ver con la moral de la sociedad"
"La economía, o está ligada a los principios y valores fundamentales de la vida o, si no, pasa lo que vemos que está pasando. Esta crisis tiene mucho que ver con los principios morales de la sociedad. Eso de acumular riqueza, a la postre ni siquiera para la empresa funciona", aseguró a los periodistas que le preguntaron antes del coloquio por la relación entre la avaricia y la crisis.
Los presidentes de la Cámara de Vigo, José García Costas; Novacaixagalicia, Julio Fernández Gayoso y el recién reelegido presidente de la patronal de Pontevedra, José Manuel Fernández Alvariño, le esperaban en el comedor. Tras la presentación de José Silveira (Grupo Nosa Terra), el obispo comenzó regalando elogios a los presentes: "A todos los hombres y mujeres que, con duro trabajo, han puesto en pie esta ciudad [Vigo], uno de los más hermosos referentes de laboriosidad y convivencia". Después se centró en los consejos: "Sin una recta ordenación de la economía es imposible que una sociedad humanizada se sostenga", sentenció ante el auditorio. La solución, según el obispo, viaja en el autobús "de los valores de la cultura occidental cristiana", que ayudarán a dar vida "a un modelo social en el que los mejores sean testigos dignos de emulación social y no burócratas y controladores temidos".
Preguntado por la situación en Galicia, Quinteiro admitió que está muy preocupado. "Quisiera invitar a la sociedad a ser solidaria. Tenemos que ayudarnos unos a otros. La vida es algo para compartir".
"No siempre la religión y la economía han respetado al ser humano", reconoció, para después insistir en que "a pesar de los puntos negros", ve que "los valores se convierten de nuevo en la garantía de un proyecto económico fiable y exitoso".
Tampoco quiso lamentarse mucho por otra crisis, la de las vocaciones sacerdotales: "Hay que plantearse la vida desde lo que podemos hacer hoy. Hay gente dedicada que ha puesto la ilusión de su vida en un empeño vocacional. Son mayores, pero están ahí, esto es lo decisivo". También pasó de puntillas por los menguantes recursos que recibe la Iglesia a través de las, eso sí, más numerosas aportaciones de los ciudadanos en la declaración del IRPF. "La Iglesia está teniendo una respuesta muy generosa por parte de los fieles, no estamos preocupados, sino serenamente tranquilos". ¿Si la diócesis fuese una empresa tendría que aplicar un ERE? "Afortunadamente, no", contestó.
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