Los fabricantes de coches acusan a CiU y PP de traición al sector

La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones, Anfac, saltó ayer a la palestra para denunciar lo que considera una "chapuza normativa" producto de una "traición" por parte de los dos principales partidos de la oposición, PP y CiU, a los que responsabiliza de posibles pérdidas de inversiones en España y de perjudicar el empleo en el sector.

El origen del problema se encuentra en la aprobación en el Senado de la enmienda 234 de la Ley de Economía Sostenible con la que se cambia de manera drástica la relación comercial entre concesionarios y fabricantes. Supone que estos últimos tendrán que hacerse cargo, en un plazo de 60 días, de los automóviles que no hayan vendido los concesionarios y en las mismas condiciones en que fueron adquiridos por estos. En la actualidad, el concesionario está forzado a vender todos los coches que el fabricante le envía. El nuevo marco legal recoge las aspiraciones que Faconauto, la patronal de los concesionarios, viene defendiendo durante los últimos años.

El presidente de Anfac, Francisco García Sanz, reunió ayer a los medios de comunicación para leerles una carta -no se permitieron preguntas- en la que pone de manifiesto el descontento y las actuaciones que están dispuestos a realizar para "corregir esta situación injusta". Han solicitado sendas entrevistas con Mariano Rajoy y Artur Mas y la reconsideración de algunas inversiones, entre las que figura una amenaza de no participar en el próximo Salón del Automóvil de Barcelona.

Ante el conflicto surgido, el Ministerio de Industria convocó con carácter "urgente" a las comunidades autónomas con plantas de automoción, Anfac y los interlocutores sociales para reunirse la próxima semana.