El sector más catalanista del PSC redobla el acoso a la dirección

El ruido de sables se ha instalado en la sede del PSC de la calle de Nicaragua de Barcelona. La dirección del partido insiste en que las municipales deben primar sobre el debate previo al congreso que relevará a José Montilla, pero un inquieto sector del partido manifiesta que las señales de cambio deben llegar antes de mayo: y que deben abarcar desde el enfoque del partido hasta las caras de la dirección. Para estos sectores, que traspasan el "sector catalanista", no basta con el relevo en la primera secretaría. Sus fieles colaboradores, el viceprimer secretario, Miquel Iceta, y el secretario de Organización, José Zaragoza, deben dejar paso a otros, dicen.

Este discurso lo han defendido los diputados en el Congreso Manel Mas y Sixte Moral. El primero lamentó que el PSC se asemeje a un cangrejo al haber pasado de 50 diputados en 1990 en el Parlament a 28 esta legislatura. "Alguna responsabilidad debe de tener la dirección", dijo. El segundo pidió la marcha de la cúpula del partido y ayer habló de "narcotización de la organización" fruto del "exceso de poder". Lo que sería normal en otros partidos choca en el PSC, en el que ha habido una paz inusitada en los últimos 15 años: nadie se ha atrevido a toserle a la dirección.

Pronto nuevas voces pedirán lo mismo que estos diputados, con matices. Son los herederos políticos del ex primer secretario del partido Raimon Obiols. Agrupados en la corriente Nou Cicle reimpulsarán su proyecto el martes en el Colegio de Abogados de Barcelona. Los obiolistas, que han vivido al margen del aparato desde su derrota en el congreso de 1994, se saben minoritarios, pero aspiran a sumar planteando una salida de unidad.Se trata, dicen fuentes de este sector, de lanzar un debate para "reconstruir" el espacio de la izquierda en Cataluña y "reimpulsar" el partido: a fondo y con nuevas caras. Hablan incluso de cambiar el nombre al partido si la marca PSC está fatigada. Entre los impulsores de Nou Cicle está, además de Obiols, la candidata a la alcaldía de Girona, Pia Bosch, la eurodiputada Maria Badia y el diputado Daniel Font. El pasado viernes se reunieron con militantes de una decena de federaciones.

Creen que Montilla ha comenzado a comprender lo que piden. Interpretan en clave positiva que el ex presidente pidiera que se dé paso a nuevos dirigentes. Miquel Iceta no se ha sentido aludido y ha asegurado que voces como la de Manel Mas son las de un militante más.

La principal baza del actual núcleo de dirección es que, por ahora, no existe un nexo de unión claro entre los que piden cambios a fondo ni entre el sector más catalanista. Los obiolistas, aunque cercanos a dirigentes como Antoni Castells, Ernest Maragall y Montserrat Tura, quieren evitar que estos encabecen sus reivindicaciones, pues los ven incapaces de impulsar cambios sin romper toda la cristalería. Por ahora, se han centrado en buscar apoyos territoriales. El alcalde de Vilanova, Joan Ignasi Elena, se perfila como el candidato de Nou Cicle a la primera secretaría.