Nueva Rumasa tiene impagados con la banca por valor de 76 millones
Dhul, Clesa y cinco empresas más acumulan el endeudamiento del grupo - Ruiz-Mateos dice que se trata de una situación temporal que será subsanada
La situación de las empresas de Nueva Rumasa se complica cada día que pasa. El nuevo imperio reorganizado por José María Ruiz-Mateos acumula "impagados" por valor de 76 millones, según diferentes registros de morosos a los que ha tenido acceso EL PAÍS. Los datos corresponden a una pequeña parte de las empresas del grupo, que está formado por más de 60 sociedades. La mayoría de ellas están controladas desde paraísos fiscales y no consolidan como holding. La deuda de 76 millones es, en su mayoría, créditos con vencimientos impagados tanto a cajas como a bancos.
José María Ruiz-Mateos, primer ejecutivo del grupo e hijo del fundador, explica la situación: "La mayoría de estos impagados se renegocian con las entidades financieras y esperamos solventar estos problemas en poco tiempo". Nueva Rumasa reconoce que la crisis y la falta de liquidez les ha causado problemas en algunas compañías, "pero tenemos recursos para solucionar esta situación temporal". El grupo ha tenido problemas laborales y los sindicatos temen que se apliquen reducciones de plantilla.
Dhul y Clesa han captado 42 millones de pequeños inversores
Los pagarés y las acciones se han emitido sin el control de la CNMV
Además, el lunes pasado se supo que Royal Bank of Scotland se había convertido en el mayor acreedor del grupo al reclamar judicialmente 37 millones, que afecta a una planta de Cacaolat en Tarragona. Otras entidades financieras y diferentes proveedores también han iniciado procesos judiciales para reclamar deudas de Clesa, Grupo Dhul y Cacaolat, con lo que el montante total se eleva hasta los 45 millones, según informó ayer Expansión.
Según la memoria, la estimación de la facturación de Nueva Rumasa en 2010 fue de 1.494 millones. De estos, 1.013 millones corresponden a la división de alimentación, sobre todo grupo Dhul y Clesa; 117 millones a la venta y alquiler de terrenos; 112 millones a las empresas de distribución; 103 millones a las empresas de bodegas y bebidas, y 89 millones al sector turístico.
La empresa con mayores impagados es Bamingo Canarias, un grupo hotelero de Tenerife que se ha visto afectado por la caída de márgenes que vive el sector, según los informes comerciales. El Grupo Dhul es especialista en producción, comercialización y distribución de postres y platos preparados. Zoilo Ruiz-Mateos, con sede en Jerez de la Frontera, se dedica a la producción de bebidas, lo mismo que el Grupo Bodeguero Bellavista. Hibramer es uno de los mayores productores de huevos de consumo, mientras que Clesa produce yogures, leches, helados, mantequilla, natas y postres. Acrisolada es una sociedad financiera que avala a otras empresas del grupo, según la compañía.
Nueva Rumasa se ha hecho conocida por las fuertes campañas publicitarias en prensa y televisión para captar capital del pequeño ahorrador mediante pagarés con alta remuneración y ampliaciones de capital que no han sido controlados por ningún organismo oficial. "En 2009, para combatir la crisis de liquidez, realizamos cuatro emisiones de pagarés para adquirir cinco hoteles y la fábrica de El Caserío en Mahón", dice la empresa. "La diversificación estratégica y de sectores anticíclicos de Nueva Rumasa proporcionan la solidez necesaria para una evolución favorable ante eventuales cambios económicos", continúa la empresa.
Primero fueron los pagarés con una remuneración anual del 8% y una inversión mínima de 50.000 euros. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) alertó de los riesgos de la inversión, pero explicó que la emisión tenía un formato por el que no era necesario contar con su autorización. En abril de 2010 se modificó la Ley del Mercado de Valores casi exclusivamente para acabar con la impunidad de los pagarés de Nueva Rumasa y se exigió un intermediario financiero. En ese momento, el grupo cambió de producto tras captar un importe que Ruiz-Mateos no quiere cifrar. Empezó las ampliaciones de capital, que tampoco necesitaban autorización de la CNMV, y que no prometen rentabilidad ni tienen un mercado organizado. Dhul captó 30 millones y Clesa 12 millones.
Hace unas semanas, Nueva Rumasa inició la tercera fórmula: cartas a inversores en los que anunciaba pagarés de 50.000 euros emitidos por Rumanova, con el aval de Dhul y Clesa, con un tipo de interés del 10% a un año y del 12% anual, si es a 24 meses, con abono trimestral de los intereses. Dentro de una semana, el 23 de febrero, se cumplen 28 años de la expropiación de Rumasa, un aniversario que anticipa, otra vez, dificultades para el grupo.
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