El Tribunal Superior ratifica la autorización ambiental a la térmica de Pasaia

El Tribunal Superior vasco ha validado la actividad de la central térmica de Pasaia. Ratifica así la decisión del Departamento de Medio Ambiente que en 2008 concedió de manera provisional la Autorización Ambiental Integrada (AAI), el nuevo permiso exigido por la Unión Europa para las empresas más contaminantes, que en Euskadi afecta a cerca de 300 fábricas. El fallo desestima la demanda planteada por Greenpeace, que fue apoyada también por el Ayuntamiento de Pasaia.

Los ecologistas consideraban ilegal el permiso al aducir que la central térmica carecía de licencia de actividad, autorización urbanística e incumplía las distancias con núcleos urbanos y espacios naturales protegidos.

El fallo rechaza todas las alegaciones de Greenpeace, según informa Europa Prees. Señala que la planta energética obtuvo licencia de actividad en 1961 y que fue confirmada por el Ayuntamiento de Pasaia en 1984. Agrega que el consistorio concedió "hasta 11 licencias de obras" y criticó la pasividad municipal al "desplegar sus funciones inspectoras sobre una actividad clasificada que lleva desarrollándose más de 40 años". "Resulta incomprensible", agrega, antes de señalar que la visita de comprobación es un "deber legal".

Sin expediente

Ante las ilegalidades denunciadas por el Ayuntamiento, el Superior expone que no hay constancia de que el consistorio "haya iniciado ningún expediente dirigido a paralizar la actividad, si consideraba que estaba en situación de hacerlo por tratarse de una actividad sin licencia de funcionamiento".

La autorización ambiental validada por el Superior se refiere al permiso provisional, ya que el Departamento de Medio Ambiente impuso en 2008 multitud de medidas correctoras que la empresa debía acometer en un plazo de seis meses. La tramitación de estos permisos quedó paralizada en 2009 en la etapa final del anterior Gobierno vasco, lo que obligó al actual equipo de Medio Ambiente a establecer un plan de choque para acabar con este atasco. En diciembre pasado se publicó en el Boletín Oficial del País Vasco la autorización a la planta de Pasaia, aprobada en 2008, por lo que ahora estaría pendiente el permiso definitivo, que tiene una vigencia de ocho años.

Medio Ambiente está acometiendo ahora este proceso de autorizaciones definitivas, que ya lo tienen un centenar de las empresas más contaminantes. La única a la que se le ha anulado es la planta de la maderera Finsa Inama, en Urdaibai, en riesgo de cierre por funcionar sin la autorización ambiental.