El PP quiere que el 'lehendakari' tome una posición más activa frente a Sortu

El PP vasco desea que el lehendakari, Patxi López, y su Gobierno por extensión, asuman un papel más activo frente a Sortu, la nueva marca de la izquierda abertzale, en el proceso que se ha abierto con la presentación de sus estatutos. Así se lo trasladará el presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, al propio López en la reunión discreta que van a mantener en las próximas horas -previsiblemente hoy mismo o mañana, en función de las respectivas agendas- dentro de la ronda de contactos que el lehendakari inició la semana pasada, según fuentes populares.

"Si ahora se rebaja el nivel de exigencia solo retrasaremos el fin de ETA", opina un miembro de la ejecutiva popular. Y en ese proceso resulta básico, para el PP, que la izquierda abertzale no pueda estar en las elecciones de mayo a través de una u otra fórmula. Los populares quieren ver una mayor implicación de López en este sentido, también de cara al Gobierno central, incluso en lo que pueda suponer aportación de pruebas para las actuaciones de la fiscalía y la Abogacía del Estado. "No se puede tener ahora miedo escénico a los nacionalistas", apunta otro dirigente del PP.

"El 'lehendakari' va a mantener la firmeza", recalcan fuentes del Ejecutivo

El PP se esfuerza en evitar la imagen de que hay diferencias en su discurso

Fuentes del Gobierno resaltan que el lehendakari "va a mantener la firmeza y la desconfianza" frente a los radicales en el proceso que se abre, y así se lo comentará a Basagoiti, pero sin olvidar "un cierto aspecto de esperanza", al que el PP no debería negarse cuando, precisamente por la firmeza que los populares defienden, ETA se ve en su peor situación. "No entremos en un debate de intenciones sobre lo que dicen unos y otros y confiemos en nosotros mismos y en los tribunales", añaden estas fuentes.

López también animará a su interlocutor a que el PP vasco "mantenga el discurso de Oyárzabal", en referencia a las palabras del pasado jueves del número dos popular, quien apreció un "horizonte de esperanza" tras la presentación de Sortu. Aquí surge la polémica. El PP culpa a algunos dirigentes socialistas y, sobre todo, al PNV de querer buscar diferencias en su seno. "Estamos en la misma línea y decimos lo mismo", coincidían ayer en declaraciones a EL PAÍS tanto Oyarzábal como el portavoz popular, Leopoldo Barreda, los dos dirigentes cuyas palabras confrontaba el PNV. "Cuando rompan con ETA lo reconoceremos y se podrá ser generoso, pero esta es la hora de la exigencia cuando ETA apuesta por colarse en las elecciones", apunta Barreda. "La firmeza es compatible con que introduzcamos en el discurso palabras que pueden resultar novedosas en boca del PP, pero que nadie ha de patrimonializar", incide Oyarzábal.

Dirigentes del PP han tenido que insistir estos días en la unidad de su mensaje para no abrirle un flanco a la crítica peneuvista, pero tampoco a los sectores más derechistas de su electorado en una cuestión que le resulta tan sensible como el terrorismo. Los medios populares consultados inisiten en que su sintonía con la dirección de Génova es plena, pero "hay que hacer entender la posición aquí en el País Vasco".

Para el PP, son los socialistas los que mantienen distintos planteamientos en Euskadi y en Madrid. Por ello, si el Ministerio del Interior cree que Sortu es la continuación de Batasuna quieren ver en algunos ámbitos del PSE "menos optimismo por legalizar". Y si declaraciones de Jesús Egiguren se siguen recibiendo con críticas, ayer el objetivo del profundo enfado popular era Odón Elorza. Las palabras del alcalde donostiarra asegurando que también hubo "muchísimos casos" de continuidad entre la derecha franquista y la democrática fueron tildadas por Oyarzábal de "miserables".

Fuentes de ambas partes destacan que, con todo, dada la interlocución que mantienen habitualmente López y Basagoiti el proceso de la izquierda abertzale ocupará solo parte de su reunión, en la que podrían abordar otras cuestiones, como la situación de las cajas tras el bloqueo peneuvista a la fusión fría de BBK y Vital, que apoyaban el Ejecutivo y el PP.