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Reportaje:

La fontanería del concurso eólico

La Xunta valoró proyectos que la convocatoria excluía expresamente

María Fernández

¿Actuó de manera arbitraria la comisión que valoró los proyectos presentados al concurso eólico? Así lo creen las empresas que se sienten perjudicadas y que han comenzado a recurrir ante la Consellería de Economía, como Gamesa o Nieblagen, a las que muy pronto se les pueden unir EDP, Iberdrola, Eurus u Orisol, que según fuentes del sector esperan hasta la fecha límite para presentar su reclamación. El conselleiro de Economía, Javier Guerra, cree sin embargo que entra dentro de la normalidad, porque "ningún concurso de España", se ha visto libre de reclamaciones.

Un repaso por la documentación que la comisión de valoración emitió durante las 17 reuniones que celebró entre el 21 de julio y el 18 de noviembre, revela que sus miembros tuvieron dudas sobre los criterios a aplicar y que la Consellería no las aclaró; que el 89% de las propuestas fueron enmendadas porque tenían errores o que se han valorado inversiones multimillonarias que no aportan, según los criterios del concurso, ningún puesto de trabajo.

Economía no aclaró qué planes debían ser valorados como "estratégicos"

En la publicitadísima presentación de los resultados, Guerra afirmó que según cálculos "muy conservadores", el reparto del viento va a suponer la creación de 13.266 empleos gracias a una inversión privada de 5.953 millones, la mitad del presupuesto de la Xunta. Las actas de la comisión rebajan esa cifra a 4.613 millones. Siete empresas ya han renunciado a su plan industrial.

- Inversiones ¿reales? Para otorgar los parques, la comisión de valoración analizó las propuestas de cada empresa, su capacidad económica y la viabilidad de los planes industriales aparejados. En un acta del 17 de noviembre descarta los proyectos que ya habían obtenido autorizaciones administrativas (es decir, estaban en marcha antes del concurso) o estaban sujetos a competencia en su tramitación futura, como proyectos de generación de energía eléctrica (hidráulica, biomasa). También se niega a valorar, siguiendo los criterios de la orden de convocatoria, los proyectos industriales cuya ejecución depende de un concurso, de terceros o de la Administración. Por ejemplo, descarta el proyecto de Airosa Vento (de Copasa, que pese a todo es una de las más beneficiadas) para construir 18 kilómetros de autopista de peaje entre Ourense y Celanova o una depuradora para Ares, Fene y Mugardos planteada por la misma empresa. A Aerogeneración Galicia (constructora de Lalín que ganó 51 megavatios) se le cae su proyecto de "ganar una concesión de recogida de basuras cada año durante 17 años". En cambio, la Xunta admite los 287 millones de inversión de Estela Eólica (la tercera empresa que más megavatios recibió), para construir una planta de tratamiento de residuos en Dozón y otras cinco de transferencia en otros ayuntamientos. En su día, los responsables de Estela, un grupo industrial de Castilla-León, aseguraron que iba a ser la segunda mayor planta de tratamiento de Galicia, en competencia con Sogama. Pero, más que un permiso, este proyecto necesita integrarse en el Plan de Residuos de Galicia, algo que la Consellería de Medio Ambiente debe autorizar y con la que los empresarios no se han reunido. La comisión observó que el plan industrial de Estela Eólica iba a crear 498 empleos con un gasto de personal para la empresa de 2.649 euros anuales por persona. También repararon en que el primer año de puesta en funcionamiento (2016) no coincide con el fin de la inversión (2013).

- Contradicciones. El caso de Estela no es el único. Fenosa Wind, en alianza con Copasa, recibió la mayor asignación de megavatios, 339, entre otras cosas por un proyecto de reconversión de un edificio en Os Peares para crear un pueblo "inglés" para turistas y estudiantes. Se valora la creación de 131 empleos, pero las cuentas revelan un gasto anual en cada nómina de 6.106 euros. Aunque el grueso de la inversión de Fenosa, 1.188 millones de euros para el desarrollo de infraestructuras de distribución de electricidad, es el que más ampollas ha levantado. Gamesa ha denunciado que la orden prohibía expresamente validar inversiones en el sector energético regulado, como parece ser el caso, y Nieblagen ataca argumentando que el proyecto de Fenosa ya recibe otra subvención de 800 millones.

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- Valoraciones. La comisión que valoró el concurso tuvo dudas que no pudo resolver porque la Consellería de Economía no las aclaró. Fue en el momento de primar aquellos planes que se desarrollasen en "sectores estratégicos" para la economía de Galicia. Hacerlo otorgaba, según la convocatoria, la máxima puntuación, tres puntos. Pero, pese a las insistentes preguntas y notas internas, la consellería no quiso dar explicaciones sobre cuáles eran esos sectores y la comisión optó por una decisión salomónica: todos recibirían un punto. Por ejemplo, la apertura de tiendas de la firma Caramelo o la compra de equipos para el canal V Televisión de Sigenera (FCC y Manuel Jove) recibieron la misma valoración que la fabricación de vacunas para CZ Veterinaria o las explotaciones de lechones de Vector Verde (Cupa, Coren).

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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