"Sus recursos son inagotables"
Messina destaca "el desgaste más mental que físico" como clave del partido y Pascual dice que aprovecharon el marcaje a Navarro
Después de cuatro días y 96 horas de alta tensión, como rezaba el lema de esta 75ª edición, la Copa del Rey acabó en manos del mejor equipo: el Barcelona. El trofeo entró en la pista envuelto en terciopelo negro y bajo los acordes de la banda sonora de James Bond, preludio de la intriga que deparó el encuentro. Pero el guión concluyó con el desenlace previsto. El Barcelona se alzó con su 22ª Copa, igualando a títulos con el Madrid y, de paso, acabó con un gafe de 23 años en los que ningún equipo lograba el trofeo en dos ediciones consecutivas.
La Copa la levantaron entre los capitanes Navarro, Grimau y el lesionado Basile, que subió la escalinata con muletas. "Este es un grupo con unos valores increíbles y lo han demostrado en la pista y en la recogida del trofeo", dijo Xavi Pascual, el entrenador del Barcelona, alabando el gesto de sus jugadores. El técnico azulgrana lucía un aspecto destartalado pero exultante. Su porte descorbatado delataba el zarandeo que acababa de sufrir en el vestuario azulgrana.
"Nos falta jugar más en conjunto. Hay que ser menos egoístas", dijo Reyes
"Sada fue el héroe. Simboliza nuestro espíritu de equipo", comentó Grimau
El preparador blanco, Ettore Messina, se rindió mientras a la superioridad azulgrana. "Hemos competido, hemos dado un paso adelante, pero nos han fallado pequeños detalles", analizó el italiano. El Madrid acabó con más valoración que el Barcelona (67-63) pero se topó con un muro inabordable. "Sabemos que hemos avanzado respecto a los últimos partidos ante ellos pero tienen unos recursos inagotables", resumió el entrenador blanco, que ya perdió el curso pasado la final de la Copa contra el Barcelona. "Fue un desgaste mental más que físico el que les dio el triunfo. Para algunos como Mirotic era la primera final y con la experiencia mejoraremos de cara al futuro", reiteró el técnico italiano.
"Nos lo pusieron muy difícil", admitió por su parte Pascual. "El primer tiempo fue durísimo pero después supimos aprovechar los espacios que dejaban con su doble marcaje a Navarro. Tuvimos el aplomo suficiente para no bajar la intensidad y fuimos justos vencedores", resumió Pascual, que no escatimó elogios para la plantilla. "Si analizas los tres partidos de esta Copa del Rey, todos han tenido su momento de gloria. Todos han sido importantes pero hoy [por ayer] me alegro particularmente por Sada. Es un tío que vale muchísimo, juega siempre al límite, está para lo que le necesites y se lo merece todo", recalcó el entrenador en su particular homenaje al hombre con mayor valoración de la final. "Sada ha sido el héroe silencioso. Simboliza nuestro espíritu de equipo", resumió Grimau.
Pero el MVP fue un héroe inesperado. El recién llegado Anderson, que hizo buena la apuesta de Pascual, que se decantó por él antes que por Pete Mickeal, recién recuperado de una lesión.
"No vine a sustituir a nadie sino a ayudar, a ser un plus para el equipo. Todos trabajamos para quitar presión a Navarro, es nuestro líder. El Barcelona ya era un gran equipo antes de mi llegada y yo me considero un buen jugador, por tanto nos compenetramos bien", señaló la estrella de la final. En el partido de cuartos apenas anotó cinco puntos y en semifinales despertó mediado el tercer cuarto, pero el alero de Minnesota fue decisivo en la gran cita. "Vine para ganar títulos y ahora quiero más", dijo rotundo y luciendo una media sonrisa. "Yo ya llevo cinco Copas", presumió Navarro, que en total suma 15 títulos como azulgrana.
En las galerías del Palacio de los Deportes retumbaba la algarabía de la afición culé cuando los vencedores comenzaron a llegar al vestuario. "Somos los mejores", gritaba Lorbek ante las cámaras. "Esto pesa por lo menos 70 kilos", bromeaba Perovic, el encargado de cargar con el trofeo. "Que se note que hemos ganado", decía Fran Vázquez. "Han resistido hasta los últimos minutos pero merecía la pena luchar para pasar a la historia", contaba el pívot. "Lo celebraremos con tranquilidad y moderación porque queda mucha temporada por delante", añadía Joan Creus, el director deportivo de la sección del Barcelona.
En el Madrid, el capitán, Felipe Reyes, fue más duro en el análisis. "Hemos estado espesos en ataque. Nos falta estar más concentrados y jugar más en equipo en los momentos decisivos. Tenemos que ser menos egoístas", dijo. "No me conformo con haber dado mejor imagen que en los partidos anteriores ante ellos. Lo que cuenta es ganar, del segundo nadie se acuerda. Es otra final que perdemos y solo nos queda seguir trabajando. Ante un equipo así no nos podemos permitir minutos de falta de concentración. Han sido superiores a nosotros", sentenció Felipe. "Debemos trabajar para estar mentalmente a su altura", concedió Suárez.
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