"Los egos me matan"
Mareo huele a fútbol que da gusto. El vozarrón de Manuel Preciado (El Astillero, Cantabria; 53 años) avisa de su llegada. El entrenador con más tiempo seguido en un banquillo de Primera (cinco temporadas) es un hombre que refuerza el sentimiento de pertenencia al Sporting. Enfrentado a Mourinho, hoy recibe al Barça.
Pregunta. ¿Pondrá esta vez al equipo titular o a los suplentes?
Respuesta. A ver, si nos ponemos en el Sporting solo hay tres titulares fijos, la plantilla es muy parecida. Y en el Camp Nou perdimos por un gol (1-0). Por uno, repito, no por cinco. Lo que este hombre [Mourinho] hizo no fue legal porque cuestionó mi profesionalidad y la del Sporting. Seremos de pueblo, pero no somos primos. Estuve tres meses callado, pero es que no tengo que justificarme. Estoy muy contento por cómo soy, como Mourinho consigo mismo. Pero decir que regalamos el partido... ¿Pero este de donde viene? Mira a Pep [Guardiola]. Cada vez que jugamos echamos media hora después del partido tomando un vinito y tal. Es un descojono, un tío simpático, pero en rueda de prensa está de serio... ¡Normal! De 800 preguntas, 400 son sobre Mourinho. No ha saltado ni en una. Es lo que buscan.
"Voy de frente. Estoy muy contento por ser así, como Mourinho consigo mismo"
"Guardiola no ha nacido para otra cosa. Ahora que es entrenador, es Dios"
P. Ese enfrentamiento con Mou le dio a usted repercusión...
R. Por mi manera de ser conecto con la gente, soy como soy y no lo escondo a nadie, voy de frente. Doy mucho, pero que los jugadores no se equivoquen, aquí mando yo. No deben confundir el trabajo con la amistad, que nos vayamos de copas con la debilidad.
P. ¿Cómo vivió el equipo cuando casi le destituyen?
R. Siempre les pido que jueguen con casta, a cañón, pero en esos partidos en que estuve tan cerca de ser despedido el equipo jugaba sobreexcitado. Les podían las ganas, eran todo corazón y nada de cabeza. Les dije que así no podía ser, que era una locura y que así se iba a morir alguien. Pero mira, aquí sigo porque Diego Castro empató en el minuto 89 en A Coruña y en el 91 ante el Racing. Aunque me la jugaba, en el partido de Santander hice debutar al niño, Nacho Cases, y dejé en el banquillo a Rivera. Fíjate qué bueno y qué inteligente es que no me dijo nada. Si no, no sería mi amigo... Además, no puedo con los egos. Es que no los soporto, me matan.
P. ¿Guardiola?
R. Su renovación es una gran noticia. ¡Si es que no ha nacido para otra cosa! Se conoce el club desde recogepelotas, y ahora que es entrenador, es Dios... Hay que ser muy valiente para apostar por tantos canteranos.
P. ¿Qué fútbol propone usted?
R. Fútbol ofensivo lo queremos todos. Depende de los mimbres que tengas. Yo no sé qué es eso de jugar mal y ganar. A la larga, pierdes. ¿Qué pasa? Que jugar bien a veces se confunde con tocar mucho. Si tienes un delantero como Llorente, es cojonudo jugar para él. A mí me gusta disfrutar del juego. Si tengo a Diego Castro, ¿cómo le voy a decir que no tire un túnel? O a De las Cuevas, con un nivel técnico fantástico. ¿Le voy a decir que pegue patadones? Sería un canalla. Yo, no él.
P. Iba para médico, ¿qué le hizo decantarse por el fútbol?
R. Estudié dos años de Medicina en Santander mientras jugaba en el Racing. Me quedaba Biología, todo iba fenomenal, y se produjo una huelga de futbolistas, de las primeras que montaba el sindicato de jugadores. Era 1982, yo era el capitán y el Racing me pegó la patada. Me tuve que ir lejos de allí porque las represalias llegaban al punto de que no te fichaba nadie. Fui al Linares, a Segunda, y la facultad más próxima, Granada, estaba a 300 kilómetros. ¡De aquellas carreteras! Pensé dos minutos, lancé una moneda y salió fútbol. Acerté. No me veo de médico ni un minuto.
P. ¿Qué tal era de defensa?
R. Lateral izquierdo y central, más o menos moderno. No tenía ninguna cosa especial: no era rápido, ni iba bien de cabeza, pero sí era bastante agresivo y tenía una buena salida del balón. Todavía mis jugadores me sufren en el fútbol tenis, ahí les gano. Más que piernas tenía muy buena cabeza.
P. ¿La defensa del Barça?
R. Se habla mucho del ataque del Barça, pero anda que su defensa... Es que no les marca un gol nadie. Les generan muy pocas ocasiones. Por eso tienen tanto mérito, porque Iniesta siempre va a saber jugar al fútbol, siempre va a saber tirar una vaselina, un sombrero, un túnel o meter el gol por la escuadra, como Messi. Pero implicar a esta gente para que sea solidaria, y corra hacia atrás y presione... Eso sí que es complicado.
P. ¿Y Villa?
R. La progresión de Villa se veía venir, podía haber dejado pasar un tren, dos o cuatro que hubiera seguido cogiéndolos. Vino el Madrid, no surgió y metió veintitantos goles en el Valencia. Al Mundial y pichichi. El Guaje es grande como futbolista y como tipo, le tengo un cariño especial. Además, sabe de dónde viene, sabe cuáles son sus orígenes y le da gracias a la vida cada vez que se levanta. Es un ganador nato...
P. Pinta usted un panorama muy negro para el Sporting.
R. Para nada. Podemos meterles mano. Ya en el Camp Nou, con los suplentes como dicen, perdimos solo por uno.
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