Un balón de oxígeno para Jerez

En los bares de Jerez se habla estos días en inglés. Tampoco es extraño que un cliente, vestido de rojo, pida en el desayuno un capuchino en perfecto italiano. Solo esta semana pueden verse en la ciudad ondear juntas banderas de la India, Brasil, Venezuela, México, Rusia y España, mezcladas con las Ferrari o Red Bull. En el circuito de Jerez, convertido durante cuatro días en el centro del automovilismo internacional, ruedan hasta mañana domingo 11 de las 12 escuderías del Mundial de Fórmula 1.

Los entrenamientos suponen para la economía de la localidad algo más que un balón de oxígeno. Durante la semana de pruebas, la ocupación de los hoteles de Jerez está al 100% y los restaurantes hacen caja con los centenares de miembros de los distintos equipos y con los miles de aficionados que acuden al circuito andaluz.

El presidente de los hosteleros: "Nos salva la temporada de invierno"

"Tras el mundial de motos, es el evento deportivo más importante y el que más beneficios deja", señala Antonio Real, presidente de los hoteleros de la provincia. "Nos salva la temporada de invierno", recalca.

De hecho, cada una de las escuderías que acude a Jerez para poner a punto sus coches desplaza más de 100 personas entre pilotos, mecánicos, ingenieros, periodistas, conductores, cocineros, camareros, azafatas o personal de atención a los invitados VIP. Es la enorme familia del gran circo del automovilismo, que se deja notar también en gasolineras, empresas de alquiler de coches o bares de copas. Un caramelo que Jerez trata de aprovechar.

Se cuentan por miles las personas que se acercan al trazado andaluz. En la jornada de ayer eran legión los seguidores del venezolano Pastor Maldonado y del mexicano Sergio Pérez, dos de las últimas inscripciones en el mundial que desatan la pasión latina. Junto a ellos, rusos, belgas, alemanes y españoles. "Vengo desde Guadalajara, veo los entrenamientos y me vuelvo. Una paliza que merece la pena", comentaba entre el rugir de motores un admirador de Schumacher.

Los hinchas llegaron desde Asturias, Cataluña, Canarias o Andalucía, donde más de uno se mantuvo en el anonimato para salvar el tipo. "Venimos de Almería y ni nuestras mujeres saben que estamos aquí", reían los tres jóvenes amigos. También los más veteranos, los que dicen seguir la Fórmula Uno desde que los motores turbo llegaron al Jarama, elogiaban el ambiente "tan espectacular que se vive en Jerez". "A 24 grados, sin aglomeraciones y viendo Fórmula 1. ¡Estamos en la gloria!", pregonaba un grupo de Ciudad Real mientras sacaba refrescos de una nevera y comenzaba a degustar varios platos de un jamón traído de casa.

Las previsiones para el fin de semana son aún más multitudinarias con la presencia del bicampeón español de Ferrari, Fernando Alonso, y el actual campeón, el germano de Red Bull Sebastian Vettel. Ambos pilotos son auténticos imanes para unos aficionados que cada pretemporada hacen de Jerez la capital de la Fórmula 1.