"China censura el número 64"

Isaac Mao fue el primer bloguero en China. Escribió su primer mensaje en 2002. Se ha convertido en un referente en su país en la lucha contra la censura que el Gobierno chino aplica. Mao es autor del libro Sharismo: una revolución de la mente (del verbo inglés to share, que significa compartir), donde habla sobre los beneficios de compartir información y trata conceptos relacionados la con inteligencia colectiva. Es director de la Social Brain Foundation, que promueve los medios de comunicación social en China y la libre cultura en el país. Mao, a pesar de todo, es optimista sobre un futuro final de la censura en China. Mao interviene hoy en un congreso de turismo asiático en Barcelona para hablar de las nuevas tecnologías invitado por Casa Asia.

"El Gobierno teme las búsquedas de números que aluden a Tiananmen"

Pregunta. ¿Cómo censura Internet el Gobierno chino?

Respuesta. Destina millones a su infraestructura de censura, que intenta rastrear y monitorizar toda la información de la Red. Pero no solo eso: los informáticos del Gobierno pueden acceder al origen de la información y, si lo considera oportuno, cualquier persona puede ser arrestada. Eso genera mucho temor entre la población.

P. ¿Qué información es la más censurada?

R. Principalmente toda aquella información que hable de política, democracia, libertad, etcétera. Nosotros llamamos a la censura el gran cortafuegos. Hay muchas palabras clave censuradas, que están afectando incluso a las nuevas tecnologías. Por ejemplo, el número 64, o 6.4, está censurado en las búsquedas porque el Gobierno considera que la gente lo puede relacionar con los hechos de la plaza de Tiananmen, ocurridos el 4 de junio de 1989 (el número seis corresponde en el calendario al mes de junio). Recientemente, un programa informático lanzó su versión 6.4. Inmediatamente, su página fue bloqueada por este motivo.

P. ¿La población es consciente de estas restricciones?

R. El nivel de conocimiento acerca de las restricciones que aplica el Gobierno es muy superior desde las Olimpiadas de Pekín en 2008. El Gobierno chino levantó la censura durante los Juegos Olímpicos. De repente, la gente tenía acceso a páginas en Internet que jamás antes había visto. Cuando los Juegos acabaron, la censura volvió. Cerca de un 80% de la población sabe que el Gobierno aplica la censura sobre los contenidos, y un 10% de la ciudadanía lucha activamente en contra de ella.

P. ¿Y las redes sociales?

R. Están totalmente prohibidas. Hay muchas personas que consiguen acceder a estos sitios mediante el uso de la técnica, pero siguen siendo una minoría. En China existen redes sociales del país, al igual que sitios de microblogging tipo Twitter. En este caso existe Sina, que es una réplica de Twitter. La única diferencia es que Sina tiene 700 contratados que filtran todo el contenido, colaboran con el Gobierno. ¿Se imagina a Twitter haciendo eso? ¡No!

P. ¿Cómo actúan empresas como Google en ese mercado?

R. En el caso de Google, la empresa opera en el país, pero el año pasado retiró sus servidores en China para llevarlos a Hong Kong. Eso conlleva problemas como la lentitud de la conexión con el servidor o problemas relacionados con la censura. Se supone que en Hong Kong la censura no existe, pero aun así, hay gran cantidad de contenido bloqueado para las búsquedas en Google que se realizan desde China. Google ha recibido llamadas constantemente del Gobierno chino, obligándoles a bloquear contenidos específicos y palabras clave. Google debería seguir sus principios, que se basan en la libre circulación de información, y no sucumbir a los deseos ocultos del Gobierno de nuestro país. La población está confundida con los pasos que ha dado Google en nuestro mercado. La gente prefiere seguir usando el buscador Baidu, a pesar de que se sepa que está censurado.

P. ¿Por qué la gente prefiere Baidu, un buscador apoyado por el Gobierno, y con su domicilio fiscal en las Islas Caimán?

R. Lo siguen prefiriendo por varios motivos. Uno de ellos es la campaña que el Gobierno hizo en contra de Google: decían que era un buscador lleno de contenido pornográfico y pervertido. El Gobierno es muy influyente en la mente de muchos chinos. Pero la diferencia clave entre Baidu y Google es que Baidu provee contenidos que Google no puede ofrecer porque Google se rige por las leyes norteamericanas y Baidu, por las chinas. Así, Baidu ofrece la posibilidad de descargarse material, como música, que tiene copyright en otros países, de manera gratuita, sin recibir ningún castigo.

P. Usted aboga por el sharism.

R. Intento explicar la idea de compartir, a la vez que estoy a favor de que existan leyes que protejan la propiedad intelectual. El sharism lo que propone es que si la información y los contenidos se comparten libremente entre las personas, cualquier persona podrá señalar con el dedo a quien copie la idea de otro, porque siempre podrán atribuir nombre y apellidos a quien lo creó por primera vez. Quien comparte, pone a la luz su conocimiento, y es técnicamente posible saber quién lo creó.