Mercedes entrega a Eroski el primer vehículo eléctrico de serie del mundo
El ministro Sebastián sitúa a Euskadi en la primera línea en I+D para la producción de este tipo de coches
La multinacional alemana de automoción Mercedes Benz celebró ayer en Vitoria algo más que su 125º aniversario. Después de decenas de millones de coches de combustión producidos en sus plantas de todo el mundo, -de los que 1,7 millones han salido de la capital alavesa en sus 56 años de historia-, su directivo Emilio Titos entregó a Eroski las llaves del primer vehículo de serie eléctrico del mundo, la Vito E-Cell, con una batería de 550 kilos que le da autonomía para 130 kilómetros a 80 km/h.
El presidente de la cooperativa de distribución, Agustín Markaide, recogió simbólicamente las llaves de las cinco primeras furgonetas que sus empleados van a utilizar para la distribución urbana, junto a las bicicletas con una gran cesta trasera que ya callejean para el reparto a domicilio. Eroski recibirá 25 unidades en renting hasta 2012.
La Vito E-Cell puede llevar 900 kilos a 80 por hora durante 130 kilometros
El vehículo podrá cargarse en unos 40 minutos con un enchufe industrial
Hasta ayer, Mercedes había vendido 91 unidades entre las de Eroski, DHL y varias empresas francesas y alemanas. Este año producirá 474 coches eléctricos y hasta 2014 tiene previsto sacar al mercado 2.000 unidades.
La planta vitoriana de la multinacional se engalanó para la ocasión, con la presencia del responsable mundial de producción, Heinrich Weiss, y organizó un acto sobrio en que participaron dos ministros: el de Industria, Miguel Sebastián, y el de Presidencia, Ramón Jáuregui.
Markaide definió la entrega de las llaves como "un pequeño paso que persigue un gran objetivo", el de hacer realidad el sueño de vivir en ciudades limpias, sin ruidos de motores y sin humos ni CO2. De hecho, todas las instituciones trabajan en esa dirección. De los nueve millones de euros invertidos para sacar adelante esta furgoneta, el Gobierno vasco ha puesto casi tres, mientras que el Ministerio de Industria ha abierto con la multinacional alemana una línea de siete millones de euros reembolsables.
El consejero de Industria, Bernabé Unda, valoró la entrega de las primeras furgonetas eléctricas como un acto simbólico que "representa el esfuerzo del sector público por alinear fondos, clientes y esfuerzos investigadores". En su opinión, el coche eléctrico supone uno de los elementos tractores de la industria y de la innovación y, por lo tanto, de toda la economía.
El Gobierno vasco maneja unas previsiones de ventas de toda clase de vehículos eléctricos que apuntan a que en el año 2020 supongan el 10% del mercado, unas 41.000 unidades.
De momento, la única que ya está en la calle es la Vito E-Cell de Mercedes. La multinacional no adelantó ayer su precio -las furgonetas similares de gasolina y diésel cuestan a partir de 20.000 euros- aunque fuentes del sector lo estiman en unos 30.000, de los que el Gobierno central subvenciona hasta 6.000. Tampoco se precisó el coste de cada recarga.
El vehículo podrá transportar 900 kilos sin merma de potencia durante 130 kilómetros en cada ciclo de batería. Esta podrá cargarse de forma rápida en unos 40 minutos -hasta el 80%- con un enchufe industrial trifásico, o en seis horas si se trata de una toma de corriente casera. La vida útil de la batería, desarrollada por Daimler y la empresa austriaca Magna, alcanza entre cuatro y seis años. Setenta ingenieros han trabajado a pleno rendimiento en el proyecto, que ha creado 22 puestos de trabajo desde 2009.
Sebastián aprovechó la presentación del modelo para lanzar dos mensajes. El primero se dirigió al Gobierno vasco, al que situó en vanguardia de la carrera por la normalización del coche eléctrico gracias a su apuesta por "la I+D, por proyectos concretos, y por su compromiso con el medio ambiente". El segundo tenía como destinatario el responsable mundial de producción de furgonetas de la multinacional. En un momento de su discurso le pidió directamente que considere la productividad de la planta de Vitoria para la asignación en un futuro inmediato del nuevo modelo que sustituirá a las Vito y Viano, la VS20.
La planta de Vitoria cuenta con 3.300 empleados y, de recuperarse el mercado, serían necesarios mil puestos directos más para ese modelo.
Emilio Titos aseguró ayer que la planta que dirige en la capital alavesa resulta "fiable, rentable y flexible". Tras agradecer a toda la plantilla el compromiso para sacar adelante el vehículo eléctrico, le emplazó a seguir trabajando con "responsabilidad, siempre sumando, nunca restando".
El último obstáculo para la asignación del VS20 parece ser la negociación apenas iniciada del actual convenio. Aunque UGT sigue siendo mayoritaria en la planta, ELA y LAB han subido tres delegados, hasta el punto de igualar al bloque que forman UGT y CC OO. Quienes decidirán son Ekintza, una escisión de ELA con dos representantes, y USO, CGT y ESK, con uno cada uno.
Proyectos en curso
- Los sectores vasco de automoción y energía suma unas 600 empresas: 520 tienen relación con los coches y 80 con la energía. Entre ambos emplean a unas 65.000 personas y su facturación global sobrepasa los 20.000 millones de euros.
- El Gobierno y Repsol han puesto ya dos millones de euros y aportarán otros 11 más para crear la sociedad Ibil al 50% y desplegar 85 electrolineras este año y 140 en 2012.
- Ataun es la primera localidad con un servicio de alquiler de coches eléctricos. El proyecto de la Diputación de Guipúzcoa e Iberdrola, llamado Sarecar, ofrece cinco vehículos.
- La Diputación de Vizcaya ha invertido 42 millones de euros y otros 27,4 hasta 2018 para el Automotive Intelligence Center de Amorebieta, que desarrolla otro proyecto.
- En 2009, Industria aportó 2,8 millones y Mercedes puso otros 6,2 en la iniciativa que supuso ayer la entrega del primer vehículo de serie eléctrico.
- A ellos se suma Hiriko car, proyecto privado con 12 millones de inversión pública para un coche eléctrico modular de pequeñas dimensiones.
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