La crisis de nunca acabar
A las compañías españolas les ha ido en 2010 peor de lo previsto y ven muy negro 2011
Ni brotes verdes, ni una tenue luz al final del túnel, ni la esperada mejoría dentro de la gravedad del enfermo. El segundo semestre de 2010 ha supuesto sin paliativos un jarro de agua fría para los empresarios españoles que en su mayoría -según dijeron en julio- esperaba que el deterioro de la economía en general y de los resultados de sus compañías se frenase en la segunda parte del ejercicio. No ha sido así (nueve de cada diez empresarios creen hoy que la economía empeoró o se estancó) y el varapalo ha hecho mella en su estado de ánimo (cuatro de cada cinco responsables empresariales confiesan que no esperan mejoría alguna de la situación en los próximos seis meses de 2011 y un 51% del total cree además que España necesitará ayudas externas para salir de la crisis).
Cuatro de cada cinco empresas no esperan mejoría alguna en los próximos seis meses
España necesitará para superar la crisis ayuda externa, según un 51% de panelistas
Un 94% de empresas pide más medidas de ajuste y reformas estructurales en 2011
José Luis Rodríguez Zapatero se ha embarcado en los últimos meses en varias reformas de calado -del mercado laboral, del mercado financiero, de las pensiones...- y en drásticos ajustes presupuestarios, pero la confianza de los empresarios en el presidente del Gobierno sigue en mínimos históricos, según los datos del último barómetro de empresas del suplemento Negocios, correspondiente a la segunda mitad del pasado ejercicio. Consulta que ha elaborado Deloitte sobre una muestra de 256 empresas cuya facturación conjunta supera el billón de euros y cuya plantilla conjunta supera el millón de empleados.
La evolución de la economía española en el segundo semestre del pasado ejercicio ha sido negativa para el 58% de los empresarios (20 puntos adicionales sobre el pronóstico que en idéntico sentido adelantaron en julio, en la anterior edición del barómetro). Solo un 9% del total de la muestra, tres puntos menos que lo previsto a mitad de ejercicio, cree que la economía mejoró entre junio y diciembre.
Opiniones coherentes, por otra parte, con los datos hechos públicos por las instituciones en los últimos días. Por ejemplo, el dato del crecimiento negativo de una décima de la economía española en 2010, según el último boletín del Banco de España, aunque el PIB creció un 0,2% entre los meses de octubre y diciembre. O el relativo a la escalada del índice de precios de consumo (IPC), que situó en enero su tasa anual en el 3,3%, tres décimas más que en el mes de diciembre, debido a la subida de la luz y de los alimentos y bebidas no alcohólicas, según el nuevo indicador adelantado sobre la evolución de precios en España que publica por primera vez el Instituto Nacional de Estadística. O el déficit de la balanza por cuenta corriente, que refleja ingresos y pagos por operaciones comerciales, servicios, rentas y transferencias, y que se situó en 44.604 millones de euros en los 11 primeros meses de 2010, según datos difundidos por el Banco de España.
No en vano, en esta edición del barómetro, un 94% de los empresarios considera que será necesario elaborar nuevas medidas de ajuste y reformas estructurales en el primer semestre de 2011. La mayoría de los empresarios piensa que los objetivos de reducción del déficit adelantados por el Gobierno se cumplirán este año, pero más de la mitad de los encuestados no cree, sin embargo, que España vaya a poder cumplir el Pacto de Estabilidad y a situar su déficit público por debajo del 3% en 2013. Y finalmente, la actuación del Ejecutivo del presidente Rodríguez Zapatero en relación con la inflación es el aspecto que muestra una peor valoración de los empresarios en el segundo semestre de 2010 respecto al primer semestre, aumentando en 10 puntos las valoraciones negativas.
En este escenario, en el segundo semestre de 2010, las cifras de producción y facturación y de empleo, según las opiniones recogidas en el barómetro, mantuvieron el mismo comportamiento que en el semestre precedente, si bien no alcanzaron las perspectivas de mejora que anticiparon en julio los panelistas. En torno al 42% de las empresas consultadas incrementó su producción y sus ventas en ambos semestres, pero quienes declaran haber producido y facturado menos se situaron en torno al 32,5% en la segunda parte del año (ocho puntos menos que en el periodo enero-junio).
Las principales causas de la disminución en producción y facturación siguieron siendo como en anteriores ediciones del barómetro, según las respuestas de los empresarios, el descenso de la demanda en España y el empeoramiento coyuntural de los mercados internacionales. Las previsiones de los panelistas para el primer semestre de 2011, en estos capítulos, son de una ligera mejoría.
El empleo también se mantuvo en niveles parecidos en los dos semestres del pasado ejercicio, aunque creció en casi dos puntos, hasta el 43,4%, el número de las compañías consultadas que redujo plantilla en la segunda mitad del ejercicio. Para el primer semestre de 2011 no se esperan variaciones significativas en la evolución del empleo. La mayoría de las empresas participantes (49,5%) estima que el número de empleados se mantendrá sin cambios en el próximo semestre. Prevén aumentar el empleo el 15,5% de las compañías y esperan reducirlo el 35,0%.
Resultados y expectativas de los empresarios sobre el empleo que están en línea con los datos de la encuesta de población activa (EPA) hecha pública hace 10 días. El paro subió en 370.100 personas en 2010 respecto a 2009, un 8,5%, situándose el número total de desempleados en 4.696.600 personas y la tasa de paro en el 20,33%, cifra 1,5 puntos superior a la del año anterior. Es la mayor tasa de paro desde el segundo trimestre de 1997, cuando se llegó a situar en el 20,72%.
Pese al pesimismo general en esta edición del barometro de empresas, algunos indicadores sí han tenido un mejor comportamiento en la segunda mitad de 2010. Es el caso de la inversión, que se incrementó en un 53,5% de las compañías consultadas, y del beneficio antes de impuestos (BAI), que se incrementó en el mismo periodo en seis de cada diez de las compañías panelistas.
Respecto a sus propias compañías y al sector de actividad en el que operan, los empresarios de la consulta también se muestran defraudados al no haber alcanzado las previsiones que hicieron en julio. Solo un tercio esperaba entonces un empeoramiento para su sector de actividad, pero al final del segundo semestre más de la mitad reconoce que el deterioro ha sido mayor del esperado. Sus previsiones para su área de negocio en la primera mitad de 2011 son de continuidad.
Dentro de los sectores y en relación con los indicadores macroeconómicos para 2011, la visión más optimista de los empresarios se centra en los ingresos por turismo. Tres de cada cuatro consultados considera que evolucionará favorablemente. Una opinión avalada hace unas semanas por los datos desvelados por el ministro de Industria, Turismo y Comercio. Según dijo Miguel Sebastián, España recibió un total de 53 millones de turistas en 2010, unos 800.00 más que en 2009 (un incremento del 1,4%).
La otra cara de la moneda, las expectativas más negativas de los empresarios hoy, se concentran en los sectores de edificación residencial y licitación oficial de obra pública y en la matriculación de vehículos (en ambos sectores, nueve de cada diez encuestados manifiesta pesimismo sobre su evolución). Los últimos datos oficiales sobre ambos sectores, hechos públicos esta semana, avalan estas opiniones. Así, según la patronal de grandes empresas de la construcción, Seopan, la licitación de obra pública cayó un 32,2% en 2010; y las matriculaciones de turismos, según las patronales de fabricantes (Anfac) y de vendedores (Ganvam), cayeron en enero, por séptimo mes consecutivo, un 3,5%.
Tiempos de compraventa de compañías
Tres de cada cuatro empresas del barómetro consideran la vía de las adquisiciones como un mecanismo de crecimiento pese al entorno económico. Una cuarta parte contempla además de forma permanente esta fórmula.
Una progresiva estabilización de la economía abre la posibilidad de que las compañías, según señala el 53% de los encuestados, retomen sus programas de adquisiciones. El principal motivo expresado por los empresarios para reanudar las compras es la posibilidad de hallar oportunidades en el mercado a buen precio (un 75%). A mucha distancia siguen motivos como la implantación en nuevos mercados geográficos (44%) o ser la única alternativa de crecimiento que les queda en mercados maduros (40%). También citan la disponibilidad de recursos o el acceso a tecnologías.
A la hora de evaluar las potenciales operaciones, los compradores dicen centrarse sobre todo en la situación del negocio y en la operativa de la compañía. Rentabilidad y sinergias con el comprador son elementos cruciales. El tercer elemento importante es el mercado en el que opera la firma objeto de transacción (55%). En último lugar aparecen los elementos de carácter financiero como la situación de caja de la compañía (17,4%) o la capacidad de apalancamiento adicional (7,4%).
Hay que señalar también, sin embargo, que las incertidumbres sobre el futuro de la situación económica han ocasionado que 7 de cada 10 encuestados se hayan planteado la desinversión de alguna de sus divisiones, líneas de negocio o presencia territorial. Los principales motivos expresados por los panelistas son la posibilidad de invertir en reestructuraciones operativas (61%), centrarse únicamente en las actividades principales de la compañía (48%) y necesidades de liquidez (30%).
Sin embargo, solo el 30% de los encuestados cree que su empresa podría ser objeto de una operación corporativa en el entorno económico actual. -
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