Jóvenes y en paro

Mi mujer y yo tenemos la inmensa suerte de llevar trabajando como asalariados de forma continua desde hace 28 años. Al trabajar los dos, pese a no ser sueldos muy altos, no hemos podido acceder a ninguna de las ayudas que presta el Gobierno -cheque escolar, ayudas para libros, becas para estudios, becas para estudiar idiomas en el extranjero...- como otras personas de nuestro entorno, que tal vez con ingresos similares no son tan transparentes para la Agencia Tributaria como nuestras nóminas. Hemos contribuido en impuestos directos con un porcentaje cercano al 30% de nuestros ingresos netos.

Con gran esfuerzo, sacrificio y privaciones, hemos conseguido que nuestros dos hijos tengan estudios superiores de ingeniería. Y ahora nos produce una gran tristeza, casi un inicio de depresión, que tras todo el esfuerzo nuestra gran esperanza para el futuro se llame Angela Merkel y esté en Alemania, tan lejos de casa.- Juan Manuel Carreño Pérez. Valencia.

Soy uno de esos jóvenes que forman parte de la estadística de menores de 30 años que están en situación de paro. He cumplido 27 años, poseo una licenciatura, dos másteres, dos diplomas en lenguas extranjeras. He aprobado dos veces una oposición con un 7 y un 8,5, pero no había plazas, y sigo, como la mayoría de mis compañeros, todos los lunes al sol sin vislumbrar ni de lejos puesto de trabajo alguno.

Así que quiero dirigirme a aquellos políticos que tanto llenan las páginas con sus declaraciones.

Decirles a los del PSOE que no hay debate interno en el partido y que han sabido muy bien salvaguardar sus privilegios mientras a la gente de a pie nos imponían sus recetas contra la crisis.

También quiero decirles a los del Partido Popular que no me creo sus declaraciones, que sus hechos desmienten lo que dicen, que votaron hace escasamente un mes junto a los del PSOE mantener sus privilegios a nivel de pensiones, que tampoco van a racionalizar este modelo de Estado inviable porque han renunciado a reformar la Ley Electoral.

Una ley que los dos principales partidos -PSOE y PP- han blindado, una ley que convierte en árbitros de este país a los nacionalistas en lugar de a partidos con más votos como UPyD, Izquierda Unida o como el nuevo partido verde, con los que al menos discutirían de temas que nos afectan a todos los españoles. Quiero decir en voz alta que he desertado de votarles, que este país no se merece estas actitudes. Jorge Rodríguez Andreu. Albacete