López defiende que la crisis no debe restar fondos a la cooperación internacional
"El compromiso con los olvidados ha de ser mayor", opina el 'lehendakari'
El lehendakari, Patxi López, reivindicó ayer la importancia de la cooperación internacional incluso en momentos de dificultades económicas como los actuales. "En tiempos de crisis, el compromiso con el desarrollo de los olvidados debe ser mayor que nunca", enfatizó, una responsabilidad que requiere más acciones, más coordinación y más consenso. "La lucha contra la pobreza no puede admitir condicionamientos, no puede verse solo como una cuestión altruista", recalcó.
La Casa de la Paz donostiarra acogió ayer el tercer encuentro Municipia, una cita que reunió a alcaldes y ediles de toda España para analizar el papel de las entidades locales en el desarrollo de la cooperación internacional. Además del lehendakari, participaron en el cónclave, entre otros, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez; el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Pedro Castro; el presidente de la Confederación de Fondos Municipales para la Solidaridad, Teodoro Romero, y el regidor de la capital guipuzcoana, Odón Elorza.
El Gobierno destinó el año pasado 51 millones a países en vías de desarrollo
"No podemos concebir una economía global sostenible en la que haya miles de millones de personas que pasan hambre y miles de niños menores de cinco años que mueren de enfermedades evitables", resaltó López. El lehendakari puso de relieve el compromiso de su Ejecutivo con la cooperación internacional, que se traduce en unos presupuestos para este año que mantienen invariables con respecto a 2010 los fondos de ayuda al desarrollo y la lucha contra la pobreza, y en una Agencia de Cooperación al Desarrollo, dependiente de Lehendakaritza, que ha comenzado a funcionar este mismo mes.
Esta última entidad nace para lograr la mayor eficacia posible en el objetivo de "paliar la injusticia" y "conseguir la dignidad de todas las personas, vivan donde vivan", explicó López. El Gobierno dedicó el año pasado 51 millones de euros a proyectos de cooperación en países empobrecidos. "Queremos mejorar la gestión y la coordinación. Muchas veces nuestro afán solidario nos lleva a actuar de forma puntual sin estrategia conjunta, nos solapamos", abundó el lehendakari.
Uno de los principales campos de actuación del Gabinete en este terreno el año pasado fue Haití, país al que se destinaron 1,2 millones de euros tras el terremoto. El lehendakari se refirió ayer a esta nación caribeña: "Que un dictador corrupto y sangriento [Jean-Claude Baby Doc Duvalier] pueda generar hoy esperanzas tiene que servir de alarma para que, desde la cómoda visión occidental, despertemos ante un problema que es tan suyo, como nuestro".
La secretaria de Estado de Cooperación destacó que la ayuda oficial al desarrollo se ha duplicado desde la llegada de los socialistas al Gobierno en 2004, pasando de representar un 0,23% de la Renta Nacional Bruta al 0,44% de 2009. Recordó que en los presupuestos de 2011 esta ayuda suma en su conjunto más de 4.200 millones. A estas cifras se añade la ayuda oficial al desarrollo de los Ayuntamientos, que alcanzó en 2009 los 147 millones de euros. Más de mil entidades locales realizaron contribuciones a la ayuda internacional.
"La pobreza es la gran vulneración de los derechos humanos. Su causa fundamental no es la falta de recursos, sino la falta de derechos", sostuvo Soraya Rodríguez, quien abogó por la constitución de instituciones que respeten los derechos y capaciten a los ciudadanos a ejercerlos.
Elorza alertó de que "hay leyes de valores y humanidad que están en riesgo en este momento en España" y mostró su preocupación porque "haya fuerzas políticas que estén ya anunciando que puede desaparecer la Ley de Memoria Histórica o todo lo relacionado con la formación para la ciudadanía" en caso de que accedan al Gobierno, en alusión al PP.
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