Urkullu confía en que Gerenabarrena tenga "todos los datos que deba tener"

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, mostró ayer públicamente su "absoluta confianza" en Iñaki Gerenabarrena, el responsable del Araba Buru Batzar (ABB), la ejecutiva alavesa, en la gestión del escándalo abierto pos los casos de supuesta corrupción y espionaje que afectan a ex dirigentes del paetido, los conocidos como casos De Miguel y Tellería. Urkullu aseguró que respalda a Gerenabarrena, pero matizó, eso sí, su apoyo al apuntar que espera que la información de la que que este último dispone sobre ambos casos sea "toda la que debería tener".

"Ha quedado claro, por lo menos en la información de la que hasta el momento disponemos, que el PNV no tiene nada que ver en estos casos", incidió ayer Urkullu en Bilbao, antes de asistir a la entrega de los premios de la Fundación Sabino Arana, vinculada al PNV. Gerenabarrena sostuvo hace unos días atrás en rueda de prensa que había contactado con personas que han tenido acceso al sumario, a los que no identificó, y que le habían dado la certeza de que "ni el PNV está siendo investigado ni se le está ligando con los dos casos".

Aguirre asume que la querella contra De Andrés quizá "no tenga trascendencia"

El apoyo explícito de Urkullu sigue a la entrega, el pasado día 22, de los carnés del PNV por parte de tres de los principales imputados en el caso: el ex diputado foral alavés Alfredo de Miguel, el ex dirigente de la formación Aitor Tellería y Koldo Otxandiano. Y corrobora su respaldo hacia otros de los últimos pasos que Gerenabarrena ha dado. El último de ellos, la pasada semana, fue la querella por calumnias e injurias contra el secretario general del PP alavés, Javier de Andrés, por unas declaraciones que realizó sobre el caso a mediados de enero. De Andrés aseguró que el PNV "ha cometido extorsión a empresarios, ha hecho un cobro fraudulento de dinero público y miembros del partido estaban actuando como espías".

Urkullu y la ejecutiva nacional han mantenido desde el incio del escándalo en marzo del año pasado distancias por al forma en que Gerenabarrena gestionaba toda la situación.

Mientras, el diputado general alavés, Xabier Aguirre, valoró ayer la entrega de carnés de los tres imputados como un gesto "importante y bueno" para el PNV. En una entrevista en la SER, Aguirre echó un capote a los imputados con el argumento de que sufren una situación "terrible" y un "juicio paralelo", pero justificó que en estos momentos "toca defender la presunción de inocencia del partido".

El diputado general lamentó que la querella contra De Andrés, quien será su rival en las urnas en las elecciones del próximo 22 de mayo, "probablemente no tenga mayor trascendencia porque las instancias judiciales dirán que eso queda dentro de la crítica política", pero señaló que son unas acusaciones "muy graves" y "no deberían salirle gratis".

Aguirre repitió las palabras de Urkullu desvinculando a su partido de las supuestas tramas de corrupción y espionaje, y explicó que la entrega de carnés resulta positiva para los ya ex afiliados porque "no tienen necesidad de distraer energías en el foco mediático y pueden dedicarse a defenderse de las imputaciones".

Los tres tardaron más de medio año en responder a la insistente petición que Urkullu y muchos otros dirigentes del partido les habían realizado para que tomasen esa decisión.

Aguirre retomó una de las líneas argumentales que el PNV está manteniendo en este conflicto desde comienzos de año y criticó las filtraciones de los trabajos de las dos comisiones de investigación: la del Parlamento en torno a los casos De Miguel y Tellería y la de las Juntas Generales de Álava sobre una recalificación de terrenos en Zambrana. Sugirió que sus presidentes las deberían "plantear en sede judicial".