_
_
_
_

"La gente está dejando la rehabilitación"

Una huelga de ambulancias en la Costa da Morte que dura más de siete meses obliga a los pacientes a trasladarse en taxi para completar sus tratamientos

Con la empresa de ambulancias encargada del transporte no urgente de pacientes en la Costa da Morte en huelga desde hace más de siete meses y los servicios mínimos que solo atienden casos de extrema gravedad -como diálisis o quimioterapias-, muchos pacientes del Hospital Virxe da Xunqueira de Cee tienen que recurrir a medios propios para completar sus tratamientos. La empresa Ambugallegas reclama al Sergas 320.000 euros por unos 10.000 servicios contratados en 2010 al margen del convenio firmado con el Sergas. La empresa acordó 27.500 e hizo 38.000 por los que, siempre según los propietarios, nunca recibió retribución alguna. Los diez empleados de la empresa llevan meses sin cobrar sus sueldos y el acuerdo no parece próximo.

Ambugallegas reclama 300.000 euros al Sergas por traslados extra
Sanidade asegura que cumple sus compromisos con las concesionarias

X.C.L, vecino de Carballo, se topó con la huelga de ambulancias a mediados de octubre, cuando su madre sufrió un infarto cerebral. Los médicos que la atendieron en el Hospital Marítimo de Oza le recomendaron asistir todos los días a rehabilitación porque existían posibilidades reales de mejoría. "Llamamos al servicio de ambulancias y nos encontramos con que estaban en huelga desde principios de junio. Hablamos con la inspectora de la zona y con la delegación provincial de la Xunta para ver si podíamos entrar en servicios mínimos, pero no fue posible". La única solución que encontraron fue ir en taxi todos los días a A Coruña para que la paciente no pierda la rehabilitación. Otros enfermos se las arreglan para ir en el coche de un familiar o, dependiendo de la dolencia, se acogen a los servicios mínimos, colapsados con los pacientes de diálisis y oncología. "La Consellería de Sanidade conoce el problema, pero nadie busca una solución. Los pacientes de Bergantiños, Soneira y Fisterra estamos siendo discriminados por la Administración", se queja el afectado.

El conflicto económico de Ambugallegas con el Sergas no solo dificulta a los pacientes completar sus tratamientos -la huelga está afectando a unos 100 enfermos de A Costa da Morte- sino que también ha provocado que algunos pacientes, como otro vecino de Carballo, renuncien a la rehabilitación que habían empezado con éxito. "El Sergas está jugando al gato y al ratón. No nos dan ninguna solución ni tenemos posibilidad de recurrir a otra empresa", asegura el vecino.

Siete meses después de iniciarse la huelga de trabajadores de Ambugallegas -de carácter indefinido- el Sergas evita pronunciarse sobre el conflicto. "Estamos cumpliendo nuestros compromisos", es toda la respuesta de la consellería encabezada por Pilar Farjas. El caso de Ambugallegas, aunque el más extremo, no es el único. Los trabajadores de Ambulancias del Atlántico, que opera en la zona de Vigo, anunciaron en otoño una huelga -que luego suspendieron tras llegar a un acuerdo con la empresa- para protestar contra una rebaja del 12% de su sueldo, que los propietarios achacaron a una deuda de 300.000 euros del Sergas que estaba poniendo en serios peligros a la concesionaria.

"Los trabajadores de Ambugallegas se están llevando dos bofetadas, una del Sergas y otra de los empresarios", defiende Ramiro Otero, secretario general de la Federación de Servizos á Cidadanía de Comisiones Obreras, convocante de la huelga. Asegura que detrás del conflicto está la intención del Sergas de ahorrar a toda costa y, en último término, "privatizar servicios" y pide a la consellería de Farjas "que se siente a negociar con las partes implicadas". En el mes de mayo, los propietarios de Ambugallegas anunciaron a sus empleados que solo cobrarían el 50% de su salario e incluso han renunciado a pagas extra. "Pero los trabajadores ni siquiera conocen los términos en los que se están llevando las negociaciones", reconoce Otero. El próximo 10 de febrero la huelga cumplirá ocho meses.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_