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Reportaje:

La batalla de Mourinho

Nunca en la historia del Madrid un técnico se impuso al presidente

Diego Torres

Con la llegada de Emmanuel Adebayor a Chamartín se completó la incorporación de uno de los nueves mejor cotizados del mundo. En el proceso el Madrid experimentó una crisis que removió los cimientos de la institución. Por primera vez en la historia del club el presidente debió medir fuerzas con un entrenador que quiere el mismo poder que él. Y por primera vez se impuso la voluntad del entrenador.

Las divergencias se pusieron de manifiesto cuando Florentino Pérez se negó a fichar a Hugo Almeida. El ex delantero del Werder Bremen, primer reclamo de José Mourinho para el mercado de invierno, acabó firmando por el Besiktas, a donde recaló gracias a la intermediación de su agente, Jorge Mendes. Mendes también es el representante de Mourinho, Cristiano Ronaldo, Pepe, Carvalho y Di María. Es un poder fáctico, si no en el club, al menos en el vestuario.

Florentino Pérez dio a Mou más poder que a ningún otro entrenador
"No sé si ganaré las batallas de la empatía interna", lamenta el portugués

A José Mourinho no le gustó que el presidente no le hiciese caso. Le molestó que, a pesar de sus esfuerzos por sugestionarle, Florentino Pérez se mostrase inflexible. Hasta entonces, la relación entre ambos había funcionado perfectamente porque el presidente, según fuentes del club, había accedido a satisfacer todas las peticiones recibidas, excepto la de fichar un nueve que reemplazase a Raúl en verano.

Florentino Pérez considera que nunca se mostró más receptivo hacia un técnico como hacia Mourinho. El sueldo, de alrededor de diez millones de euros anuales, es un récord en la caseta del Bernabéu. Los fichajes de Khedira, Carvalho y Di María habrían sido impensables con otro entrenador. Pero el presidente creyó que Mourinho era un caso excepcional: "El mejor del mundo".

El único jugador que Florentino Pérez contrató con verdadero placer fue Özil, que, además, fue otro reclamo del técnico. Respecto a las otras dos incorporaciones, Pedro León y Canales, que ya estaban contratados cuando Mourinho llegó, el entrenador pidió expresamente que se quedaran en la plantilla. No quiso cederlos.

En los últimos 20 años el Madrid ha sido un club tormentoso para los entrenadores. Desde que Ferguson dirige el Manchester, el Liverpool tuvo siete técnicos, el Arsenal cuatro, el Chelsea 12, el Barça 10 y el Madrid 25. Los números hablan de una mala convivencia entre el vestuario y la directiva propiciada por problemas culturales y organizativos. Hasta que llamó a Mourinho, Florentino Pérez sospechó de la competencia de todos sus técnicos. Con Mourinho pensó que sería distinto. Hasta que pidió a Hugo Almeida. El presidente cree que el entrenador no comprendió que el club no podía asumir más gastos en un futbolista de segunda categoría. Con Mourinho el Madrid ha gastado 80 millones de euros en fichajes. 20 millones más de lo que se gastó el Inter en el primer año del técnico.

A Mourinho el dinero no le basta. Quiere poder. Para explicar que el club debería ponerse a su servicio cada vez que él lo pida adoptó el argot del management. Como si fuese un auditor de Price Waterhouse: "Digo que el Madrid tiene déficits de empatía funcional. Todos deberían trabajar con el mismo objetivo".

"No sé si conseguiré ganar esta guerra", lamentó. "En el fútbol siempre he ganado mis batallas contra el enemigo exterior, es decir, superando las dificultades planteadas por los adversarios. No sé si puedo ganar las batallas de la empatía interna. Veremos".

Mourinho escenifica una batalla con Valdano porque sabe que Valdano es un instrumento del presidente y el presidente le está disgustando. Nunca tuvo una relación profesional intensa con Valdano porque actúan en parcelas distintas. Mourinho entrena y ordena las altas y las bajas. Valdano desempeña un cargo adjunto a la presidencia y ejerce labores de representación, no de ejecución. Si despachó con el técnico fue sólo para aliviar de trabajo a Pérez.

Como dijo Valdano: "A Mourinho le daremos más independencia (...) Mis funciones van a seguir siendo las mismas".

Ayer el Madrid traspasó a Mahamadou Diarra al Mónaco. Fue la baja que pidió Mourinho para hacerle un hueco a Adebayor.

Adebayor, ayer durante su presentación en el Bernabéu.
Adebayor, ayer durante su presentación en el Bernabéu.AFP

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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