Dimite el mediador para formar el Gobierno belga

Los más de 30.000 manifestantes que el domingo reclamaron en las calles de Bruselas una salida rápida a la crisis política belga recibieron ayer un baño de agua gélida con la dimisión del mediador real, Johan Vande Lanotte, cansado de tres meses de infructuosas gestiones para acercar a los partidos flamencos y valones a la formación de un Gobierno. Vande Lanotte ya presentó su renuncia al rey el pasado día 6, pero Alberto II le pidió enseguida que continuara en sus esfuerzos. Ayer se la aceptó.

Vande Lanotte ha fracasado, como otros lo hicieron tras las elecciones del pasado 13 de junio, en poner de acuerdo a siete partidos sobre la nueva reordenación del Estado, y con su salida abre un nuevo periodo de incertidumbre nacional. El rey emprenderá de inmediato nuevas consultas con los partidos para ver si tiene sentido nombrar un nuevo mediador. El espectro de unas nuevas elecciones inquieta en Bélgica, temerosa de más polarización.

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