"No tienen ningún interés en pactar"

A falta de poco más de cuatro meses para las elecciones autonómicas, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, han nombrado sus respectivos cónsules para intentar llegar a una declaración conjunta de principios que permita acotar el grave deterioro institucional y trasladar confianza a una ciudadanía que se enfrenta a una crisis económica sin precedentes.

La iniciativa puesta en marcha tras el discurso de Año Nuevo del presidente -y que en los próximos días entrará en su tercera ronda de conversaciones entre los jefes de gabinete de Camps, Pablo Landecho, y el de Alarte, Josep Moreno- avanza forzada por una dinámica interna. Ni Alarte, que insistió al proponer por duodécima vez un acuerdo, ni Camps, que se ha visto forzado por las organizaciones empresariales a mostrarse abierto al diálogo, quieren aparecer como incapaces de restablecer la normalidad tras más de dos años de ataques y descalificaciones mutuas.

Los equipos de los dos líderes tendrán su tercera ronda en los próximos días

La reforma del Estatut y el territorio son los temas posibles

Sin embargo, fuentes los negociadores populares y socialistas aseguran respecto al adversario: "No tienen ningún interés en pactar".

El jefe del Consell y el líder socialista parten de planteamientos muy distantes. A continuación se detallan los puntos de partida del presidente de la Generalitat, que no incluye compromisos concretos, y los del candidato socialista, que llega a reclamar acuerdos sobre cuestiones que sólo son competencia presidencial. Planteamientos que, además, parten ya de situaciones preexistentes.

- Reforma del Estatut y Financiación autonómica. El Consell ya ha tramitado sin consenso, y por vía exprés, un proyecto de ley de reforma del Estatut. Camps propone modificar sólo un artículo para intentar obligar al Estado a garantizar las inversiones en la Comunidad Valenciana durante siete años. Respecto a la financiación autonómica, Camps exige una mejora de la financiación estatal, pese a que se abstuvo en la votación del actual sistema. En ambas cuestiones puede obtener el apoyo de los socialistas, pero Alarte quiere concreciones y no palabras. El secretario general del PSPV reclama una hoja de ruta que incluya el desarrollo del actual Estatut, donde quedan pendientes leyes muy importantes.

- Pacto territorial. El Consell propone a los socialistas que respalden su política urbanística y se sumen al rechazo a la instalación de un almacén nuclear y las prospecciones petrolíferas. El rechazo no es objeto de discusión porque Alarte ya se ha pronunciado públicamente. Otra cuestión es el respaldo a la política urbanística que el fallecido José Ramón García Antón intentó reconducir y que Cotino ha orillado. El PSPV pide que cualquier acuerdo se acompañe de un compromiso presupuestario y que las Cortes desplieguen legislativamente el mismo.

- Medidas económicas frente a la crisis. Tras años de hacer caso omiso a empresarios y sindicatos sobre la destrucción del tejido industrial, el Consell firmó el pasado 2 de noviembre un documento marco para relanzar los sectores productivos. Existe un observatorio encargado de hacer el seguimiento cada tres meses del primer plan consensuado en muchos años, aunque con un presupuesto limitado. Camps pide el respaldo de los socialistas. Sin embargo, Alarte plantea la discusión en otro plano. Los negociadores socialistas quieren consensuar la reestructuración del sector público de la Generalitat y una reducción de la estructura del Consell, cuestión que es competencia del presidente valenciano.

- Infraestructuras. El cónsul de Camps se ha limitado a plantear al de Alarte los principales mantras del PP. El AVE para Alicante y Castellón, el corredor mediterráneo, la mejora de Cercanías y la adhesión al trasvase del Ebro. En estas cuestiones hay consenso, excepto en recuperar el derogado trasvase del Ebro, lo que lleva la discusión al cumplimiento de las inversiones plurianuales previstas por el Gobierno y la Generalitat. La llegada del AVE a Castellón en 2014 depende de que Fomento consiga financiación privada para ejecutar este tramo. El AVE a Alicante se ha prometido para 2012 y todo apunta a que se cumplirán los plazos. Respecto al Corredor Mediterráneo, populares y socialistas han votado juntos idéntica resolución en el Senado la semana pasada. Por lo que se refiere al plan de Cercanías, los recortes presupuestarios han frenado la inversión a la que se comprometieron tanto el Consell como Fomento.

- Lucha contra la corrupción. Alarte ha planteado a través de sus negociadores medidas legislativas contra el mal uso de los fondos públicos y de regulación de las contrataciones. Una cuestión de la cual los de Camps no quieren hablar, dado que pone la corrupción en primer plano. Alarte tiene en su contra que el Gobierno central ha desistido de aprobar la ley de transparencia que prometió en esta legislatura.

- Educación. Ninguna de las dos partes ha considerado esta cuestión capital como un elemento central de acuerdo.