_
_
_
_

Manos libres para Louzán en las listas de Pontevedra

El barón ejerce el monopolio de las candidaturas y se la juega en su provincia

Podrán adjudicársele otros defectos -que de hecho le atribuyen un número creciente de compañeros de partido- pero no la falta de previsión. Rafael Louzán sabe bien -porque lo ha mamado en el partido- que un barón provincial sobrevive mientras tiene poder y que el poder lo dan y quitan los alcaldes. Así que tan pronto como el PP recuperó la Xunta, él se puso a trabajar ya en la municipales de 2011.

Si tuvo que plantarse a las once de la noche al calor del churrasco en una parrillada de Silleda junto a los compañeros de una agrupación rota para comunicarles que su alcaldesa sería la eterna rival del PSOE, Louzán lo hizo. Cuando decidió diseñar otra moción de censura en Mos, junto a su hombre de confianza en la provincia, Chema Figueroa, tampoco le tembló el pulso. Ni siquiera cuando acudió a O Porriño a comunicar a los concejales del PP que el frío de la oposición se había acabado, por más que eso implicase entregarle la alcaldía al independiente Nelson Santos para desbancar al regidor nacionalista Raúl Francés.

Consciente de que su alianza con Feijóo es sobre todo un matrimonio de conveniencia que puede saltar por los aires el día que pierda la Diputación, el barón trata de garantizarse apoyos para seguir al frente de la institución. De momento, la dirección gallega le deja hacer y apenas se inmiscuye en los numerosos incendios que se han desatado en diversas agrupaciones locales.

Solo en el caso de Vilagarcía, donde Louzán tenía decidido liquidar al presidente local, Tomas Fole, intervino tímidamente la ejecutiva gallega para salvaguardar la limpieza de un proceso en el que el presidente provincial respaldaba indisimuladamente al candidato que había impulsado, Javier Puertas, a la postre perdedor frente a Fole. Es la primera derrota que se le conoce en la provincia. La segunda podría tener lugar en Sanxenxo, donde el PP está partido a la mitad. La campaña de Louzán contra la actual alcaldesa, Catalina González, incluyó una encuesta que valoraba también las cualidades de su compañera Paz Lago. Pero González, sucesora de Telmo Martín, se resiste y tiene todas las papeletas para encabezar la lista y también para perder el bastón de mando, según admiten algunos dirigentes en privado.

Hace unas semanas Louzán volvió a O Porriño para decirle a los suyos que el independiente Nelson Santos debe seguir siendo alcalde pero a partir de mayo ya con las siglas del PP. Falta saber si el cabeza de cartel en 2007 acepta sin más el trato o presenta una lista por libre.

El coche oficial de la Diputación también paró en Silleda, esta vez para comunicar al partido que tras darle el bastón de mando a la ex concejal socialista Ofelia Rey, ahora toca investir candidato a un hombre nuevo, Carlos Pin, hijo del histórico alcalde de Monforte, Nazario Pin. En Ponteareas, las presiones para dar un cargo a Nava Castro no han evitado que los adeptos de este clan familiar vayan a presentar su propia lista para enfrentarse al PP en otra lucha fratricida. En Gondomar también tiene tarea desde que su hombre de confianza, Carlos Silva, el que movía en la sombra los hilos del Ayuntamiento, fue condenado por prevaricación y el alcalde, Martín Urgal, decidió agarrarse al ERE de la fusión de las cajas.

Nidia Arévalo, candidata en Mos

"Es una de las nuestras, recibió órdenes para llevar a cabo la moción de censura y las ejecutó, nunca se contempló otra posibilidad que no fuera ella para candidata en Mos". La frase se refiere a Nidia Arévalo -alcaldesa de Mos tras desbancar a la anterior regidora socialista gracias al cambio de chaqueta de un tránsfuga del PSOE- y la pronuncia un dirigente del PP pontevedrés, con años en la fontanería del partido, que conoce como pocos las maneras del jefe provincial, Rafael Louzán.

Fue el barón pontevedrés quien aprovechó un viaje a Latinoamérica de Alberto Núñez Feijóo, para urdir la maniobra y recuperar el bastón de mando en Mos. El desaire disgustó a la dirección regional que, sin embargo, no hizo casus belli por este asunto. En el fondo, tanto Feijóo como el secretario general, Alfonso Rueda, se mostraron comprensivos puesto que Arévalo encabezó la lista más votada y se había quedado a solo un centenar de papeletas de ser alcaldesa. Louzán repite desde hace meses en los foros internos que su apuesta es recuperar a Arévalo, oficialmente expulsada del partido, como cabeza de cartel. Y advierte de que la Diputación se dirimió por un puñado de votos en 2007. Cuando el PSOE hizo la vista gorda en Benidorm, el PP ratificó la oferta de Louzán. Falta ver si Feijóo y Rueda acudirán a proclamar a Arévalo, algo que descartan las fuentes consultadas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_