Plan ibicenco contra el frío
La isla se consolida para las escapadas de invierno. Cena en Pastís y una copa en el café del Soto. Clima benigno y atardeceres de cine se mezclan con noches de baile más íntimas que en verano
La isla pitiusa es la leyenda hedonista del verano. Pero se desea promover una imagen más matizada de una isla arrebatadora, con glamour propio y buen clima hasta cuando en el resto de España hiela. Este invierno, el Consell d'Eivissa impulsa la central de reservas Ibiza Slow Breaks (www.ibiza.travel), que permite incluso la reserva de coche, algo conveniente para un recorrido intenso en plan relámpago.
10.00 Desayuno 'chill out'
Para llegar en estas fechas, hay barcos regulares a la isla desde Barcelona, Valencia, Mallorca y Dénia (www.clickferry.com); Spanair (www.spanair.com) y Vueling (www.vueling.com) hacen lo propio con los vuelos desde diferentes capitales españolas. La oferta hotelera se brinda a precios mucho más accesibles. Una de las grandes opciones es el agroturismo, fincas en medio del campo. Como muestra, la finca Can Lluc (1) (www.canlluc.com; la doble, hasta finales de abril, 180 euros), en la zona de San Rafael. Pero tenemos opciones distintas, como los funcionales Apartamentos Llobet (2) (apartamento para dos, con desayuno, 75 euros; www.apartamentosllobet.com), cerca del centro de Ibiza ciudad, con vistas a Formentera. Desayunaremos frente al mar en su restaurante All Café Bistro con la famosa ambientación estilo chill out que nació en la isla. Otra posibilidad es el café Madagascar, en la plaza del Parque.
11.00 Puerto y Dalt Vila
La zona portuaria de Ibiza ciudad, fuera de la temporada alta, ofrece una imagen suave. La oportunidad de degustar la historia en la parte antigua de la ciudad nos empuja hacia las cercanas murallas de Dalt Vila (3). La Unesco declaró patrimonio mundial a esta magnética acrópolis. Desde luego, si el desayuno ha sido copioso, subir las empinadas calles empedradas nos ayudará a rebajar. No faltarán tiendas y pequeños bares que nos reciban en nuestro paseo. Es fácil encontrar la catedral de Ibiza (4) (plaza de la Catedral, 971 39 75 00), que deriva de una primera parroquia del siglo XIII. Contiene un conjunto de campanas de los siglos XVI y XVII y numerosas obras de arte. Y ahora, una sorpresa agradable que puede pasar desapercibida. Se trata del Museo Puget (5) (calle de Sant Ciriac, 18; 971 39 21 37; abierto de martes a domingo, de 10.00 a 13.30, y de martes a viernes, también de 16.00 a 18.00; entrada gratuita), que muestra 130 cuadros de los pintores ibicencos Puget Viñas y Puget Riquer. Capturaron con sus pinceles la vida rural de la isla a través de un siglo XX bucólico y lejano, colorista y evocador.
13.30 El mercadillo de 'Las Dalias'
En la isla se ofrece antes que en muchos sitios lo último de los diseñadores de moda más radicales, pero si algo tiene un encanto bien cultivado son los mercadillos hippies, que evocan la Ibiza de los años sesenta. Todos los sábados de invierno se puede acudir al más famoso de ellos, el de Las Dalias (www.lasdalias.com), en Sant Carles (6) (norte de la isla); se ha convertido en todo un entramado comercial de ropa Adlib, imaginería india y objetos de aroma oriental. Todo un parque temático de la cultura étnica global que dispone hasta de fiestas nocturnas donde uno se puede encontrar desde flamenco hasta sonidos bailongos psy-trance.
Ya en la zona de Santa Eulària (7) podemos comer en uno de los restaurantes de corte tradicional que más destacan. Se trata de Can Caus (carretera de Sant Miquel, 3,5; www.cancaus-ibiza.com; 971 19 55 16), que forma parte de un complejo dedicado a la recuperación de producto alimenticio local. Arroces, carnes a la brasa -incluido cordero de granja propia- y sobrasada y butifarrón de infarto son sus bazas. Para comer en la playa, La Escollera (971 39 65 72), en Es Cavallet, o Yemanjá (971 18 74 81), en Cala Jondal, son dos opciones recomendables.
16.00 El sueño de una cala perdida
Si tenemos curiosidad, podemos visitar Sant Antoni (8) ausente de aglomeraciones veraniegas. Desde allí podemos llegar hasta las aguas de Port des Torrent (9) y realizar una ruta en bicicleta apta para no iniciados (www.ibiza.travel/es/ruta.php) que nos conduzca hasta las calas de Platges de Comte, a pocos kilómetros del municipio de Sant Josep (10). Se trata de una de las más deseadas playas de la isla, con aguas transparentes de ensueño publicitario. Y ya hay que prepararnos para bajar hacia cala d'Hort (11), al sudoeste de la isla.
17.30 Islotes al atardecer
Entonces, esperemos un poco; porque seremos testigos del hipnótico atardecer ibicenco desde un punto privilegiado: frente a un islote totémico. Se trata de Es Vedrà (12), con sus casi 400 metros de alto, su leyenda de cima de energías y su aspecto que combina lo fiero y lo plácido. Nunca se le muestra al viajero con una belleza tan misteriosa como en el crepúsculo invernal. Cuando la oscuridad sea total es hora de partir, con las pilas espirituales recargadas.
20.00 Aperitivo y cena
Regresaremos a Ibiza ciudad por la noche; no se puede pasar por la isla y no otear el panorama desde la cafetería-terraza del Montesol (www.hotelmontesol.com), junto al puerto de Ibiza y frente a Dalt Vila, un punto de encuentro que se ha transmitido como lugar común a través de generaciones. Más tarde buscaremos mesa en Ca n' Alfredo (13) (paseo Vara del Rey, 16, 971311274). Es un restaurante sonado, centrado en la cocina que parte del aroma isleño, y con vinos baleares. Otro lugar recomendable, por el que se suele dejar caer gente guapa del mundo de la moda, es Pastís (14) (calle de Avicena, 2), un bistró francés con una buena carta.
23.00 Noche ecléctica
Y en Ibiza el baile también vive en invierno, aunque concentrado en los fines de semana. Lo haremos de manera paulatina, de menos a más intensidad, para degustar las posibilidades sin atragantarnos. Para empezar, nada mejor que Teatro Pereyra (15) (Conde Roselló, 3, www.teatropereyra.com), en Dalt Vila, un café concierto ubicado en un espléndido edificio decimonónico que se ha convertido en lugar de encuentro para amantes de las actuaciones en directo, de los sonidos eclécticos, de los ornamentos decorativos de gran cabaré y de los aromas ardientes. Ha llegado a actuar allí hasta la gran diva del sonido disco Barbara Tucker -sin tener que pagar nada en la entrada para verla-, y los jueves brinda monólogos humorísticos como prefacio a la hipnosis de los pinchadiscos. Más tarde tomemos algo en el Grial (16) (http://www.myspace.com/grialibiza), un bar situado en la rotonda que precede al club Pachá y en el que se apuesta por disc jockeys autóctonos de fama como Óscar Colorado y Nano Vergel. Otras posibilidades para una copa son el café del Soto (Ramón Muntaner, 151) y Lola's Bar (calle de Alfonso XII, 10). Y luego, a Pachá (17) (www.pacha.com, Avenida del 8 de Agosto, s/n), el único de los grandes clubes de la isla que abre todo el año.
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