El PP fabula un 'Watergate'

A cinco meses de las municipales, el PP cree que tiene otro escándalo entre las manos con el que sacudir a socialistas y nacionalistas para agitar la precampaña. Y como acostumbra en estos casos ha sacado al portavoz y número tres del partido, Antonio Rodríguez Miranda, a ejercer de maestro de ceremonias. El mismo dirigente que en mayo del año pasado acusó sin pruebas al PSdeG de "haber sacado por la puerta de atrás de la Xunta 640.000 euros para pagar campañas electorales" y que se vio obligado a devolver al Parlamento 26.000 euros en dietas por kilometraje que cobró de manera irregular.

Miranda, que pese a sus repetidos patinazos, porfía en actuar como guardián de las esencias siempre atento a fiscalizar la ética de sus oponentes, dedicó este lunes una rueda de prensa a airear "el Watergate" en que, según él, está inmerso el partido socialista. Semejante revelación la apoyó sobre una información publicada en La Voz de Galicia, Abc y Galicia Confidencial -esta página web afirmó ayer que se la ha filtrado la Xunta- de la que el PP deduce que el PSOE habría espiado a sus socios del BNG durante el bipartito y pagado el informe con dinero público (3.000 euros) a través de la Fundación Galega para a Sociedade do Coñecemento. Con gesto solemne, el portavoz popular se preguntó ante cámaras y micrófonos "si se ha espiado también a políticos o se quedaron solo en los jefes de prensa".

La denuncia se basa en un informe sobre la comunicación de la Xunta anterior

El martes, el diario La Voz de Galicia, que, al igual que sucedió con la presunta trama agraria socialista, dio por bueno desde el primer día el supuesto espionaje de Touriño a sus socios nacionalistas, se hizo eco de las denuncias del PP y de la intención de Miranda de pedir al Parlamento el informe con "todas las pruebas". Los medios de comunicación públicos han contribuido estos días a alimentar las sospechas basándose en lo que ha publicado alguna prensa y en las declaraciones del PP. Ayer fue el secretario general de los populares, Alfonso Rueda, quien acusó a los socios del bipartito de "vigilarse con dinero público".

Hasta aquí las interpretaciones. Otra cosa son los hechos. El documento, que ayer circulaba ya por todas las redacciones, no ofrece ni una sola prueba del hipotético espionaje. No hay partes de seguimientos ni fotografías o vídeos, ni ninguna otra cosa que no sea un chapucero repaso, con faltas de ortografía y apreciaciones o rumores conocidos para cualquiera que siguiera de cerca la actividad de la Xunta, de la política de comunicación del bipartito en mayo de 2007.

Con una redacción prolija en zafiedades, el informe de la consultora viguesa Torres y Carrera repasa la estrategia comunicativa de todas las consellerías -no solo las del BNG, también las que gobernaba el PSOE- y la labor de algunos de los asesores del entonces presidente, Emilio Pérez Touriño. El preámbulo del texto señala que para su redacción se consultó con "profesionales de los medios de comunicación". Luego, en 34 páginas, desmenuza las relaciones entre los distintos departamentos de la Xunta y los medios así como el perfil de los jefes de prensa. Destaca las buenas relaciones que por aquel entonces mantenían los conselleiros nacionalistas con La Voz de Galicia y subraya que "el BNG navega mejor la editorializante senectud" de su editor.

El propio Touriño emitió ayer un comunicado para desmarcarse del documento, en el que señala que "ni en calidad de presidente de la Xunta, ni de secretario general del PSdeG, ni de presidente del patronato de la fundación", encargó ni solicitó "directa o indirectamente" dicho dossier. Subraya el ex presidente que se enteró de su contenido por la prensa y que, tras leer los periódicos, pudo contrastar que fue encargado por el vicepresidente ejecutivo de la fundación, Javier Riera, "en el ejercicio de sus responsabilidades y competencias". El último párrafo es para advertir que "cualquier información que atribuya a la Xunta o a su ex presidente vinculación alguna con una supuesta investigación o espionaje es radicalmente falsa". El PSdeG también se ha desmarcado del documento que todos los dirigentes consultados dicen desconocer.

Pero la carrera hacia las municipales está lanzada. La estrategia del PP, según reconocen públicamente sus dirigentes, pasa por deslegitimar las coaliciones de PSdeG y Bloque ahora en los ayuntamientos. El primer capítulo de la campaña ya está escrito: tras los audis, los muebles y el lujo bipartito de las autonómicas, el PP y sus aliados mediáticos programan ahora una de espías.