Rambla admite que el Consell negocia el rescate del aeropuerto de Castellón

El vicepresidente primero del Consell y consejero de Industria, Vicente Rambla, admitió ayer que el Consell está dispuesto a hacer "los ajustes necesarios" para que el futuro aeropuerto de Castellón "sea un éxito desde el punto de vista financiero". De esta manera, Rambla adelantaba que la sociedad pública Aerocas (en la que la Generalitat tiene un 98% y la Diputación de Castellón el 2% restante) negociará con la empresa Concesiones Aeroportuarias el actual contrato de concesión de la explotación de las instalaciones, después de que la firma solicitara a la Administración que se hiciera cargo de la gestión o planteara el restablecimiento del equilibro económico-financiero.

El vicepresidente del Consell quiso limitar a "cuestiones propias de la puesta en marcha del proyecto" la futura definición de la gestión del aeropuerto que, tras el cambio de normativa dictado por el Ministerio de Fomento, atribuye a Concesiones Aeroportuarias algunos de los gastos que, hasta entonces, corrían a cargo de la sociedad promotora y propietaria de la infraestructura, que es Aerocas.

La gestión debe definirse antes del 30 de marzo, cuando se entrega la obra

La nueva normativa y la paralización de proyectos turísticos enfrían la expectativa

Pese a que Rambla no adelantó si la idea del Consell es la de optar por el rescate o el restablecimiento del equilibrio económico-financiero, el hecho es que la gestión deberá estar definida antes del 30 de marzo, que es la fecha prevista para la finalización y la entrega de la obra.

Los argumentos que expone la empresa para solicitar el reequilibrio económico financiero apelan no solo al cambio de normativa sino también a la crisis y la paralización de los proyectos turísticos que iban a suponer un atractivo para Castellón, hechos que han rebajado las expectativas de rentabilidad de la instalación. Además, Concesiones Aeroportuarias considera que la "indemnización", que supone el pago de seis euros por cada uno de los pasajeros que no lleguen al aeropuerto, en el caso de que se alcancen los 600.000, no es suficiente para reequilibrar la concesión.

"Castellón está en puertas de tener una infraestructura necesaria y fundamental para contribuir a la recuperación económica y ser competitiva con respecto a otras provincias en material de infraestructuras", dijo el vicepresidente primero, quien relegó "el resto de cuestiones". Aún así, afirmó que los ajustes se realizarán no solo "para que sea un éxito en cuanto a la llegada de turistas", sino también "desde el punto de vista financiero".

En el caso de que la Generalitat opte por el rescate y asuma la gestión, la operación tendrá un coste aproximado de 80 millones de euros para las arcas públicas, a los que habría de sumar los más de 30 millones de euros del préstamo participativo que la promotora ya tiene firmado. El coste de la renegociación del contrato aún no está definido puesto que no se ha calculado cuánto suponen las obligaciones que, según la nueva normativa, debería asumir el gestor. Según fuentes de Concesiones Aeroportuarias, la empresa estaría dispuesta a negociar el acuerdo de un nuevo contrato que definiera los servicios de explotación de los que deberían hacerse cargo, mientras que la gestión correría a cargo de la Administración.

En cualquier caso, las negociaciones que han de llevar a cabo Aerocas y la empresa concesionaria podrían provocar un retraso en la puesta en marcha del aeropuerto, tal como admitieron las mismas fuentes. Aunque el final de la obra ya tiene plazo, la entrada en funcionamiento de la infraestructura tiene pendiente, sobre todo, la obtención de la autorización como gestor aeroportuario, que concede el Gobierno. De momento, la previsión es que sea la sociedad pública Aerocas la que pida esta autorización aunque aún no esté definida la relación entre la Administración y la empresa concesionaria ya que, posteriormente, la sociedad pública podría traspasar dicha autorización a la empresa.