"Un fiscal debe ser esencialmente incómodo para unos y para otros"
Desde que Javier Carceller se hizo cargo de la jefatura de la Fiscalía de Castellón se han abierto un sinfín de diligencias de investigación contra Ayuntamientos, alcaldes y concejales, entre otras cosas. Su acción lo ha convertido en un fiscal incómodo, aunque para él esa es la característica que ha de prevalecer en su profesión. Cada vez que puede, ensalza a su equipo, organizado y especializado desde poco después de su llegada. Pero considera que el trabajo no está finalizado, por lo que solicitará la renovación de su cargo por cinco años más.
Pregunta. Su mandato acaba el año que viene. ¿Va a terminarlo?
Respuesta. Tengo intención de finalizar y pedir la renovación porque creo que el cometido que se me hizo precisa una tarea imposible de culminar en cinco años.
"La Fiscalía Superior de Valencia y la General del Estado me apoyan en todo"
"El 'caso Fabra' ha producido una quiebra del sistema judicial"
"Esperaba cierta intención de influencia de los poderes locales"
"La falta de medios hace que no podamos funcionar al ritmo adecuado"
P. El fiscal general le encargó que frenara la "depredación del patrimonio natural" y luchara contra los abusos urbanísticos. ¿Cree que ha cumplido el encargo?
R. El fiscal general me encargó fundamentalmente que la fiscalía funcionara. Había un problema básico de organización y funcionamiento. Somos 30 fiscales y cuando llegué no había ningún fiscal especializado. Las dos materias que cita, Medio Ambiente y Anticorrupción, no tienen prioridad sobre las demás. No hubo un encargo específico sino que, dada mi experiencia en esos ámbitos y por mi propia formación como fiscal en los últimos 25 años, pensó que iba a poner interés en esas materias.
P. Usted se quejó en una ocasión de la nula colaboración de Medio Ambiente para la investigación de este tipo de casos. ¿Sigue igual?
R. Eso es algo que se incluyó en la memoria de la fiscalía, que no hago yo en exclusiva. Cada fiscal delegado hace su memoria y expone su posición, sus preocupaciones y su relación con la Administración. Yo me limito a transcribir, y esa manifestación no fue una consideración mía sino de la fiscal delegada de Medio Ambiente, aunque la asumo como propia. Por lo que me consta, la relación ha mejorado un poco. A nivel institucional tiene que funcionar. En lo personal puede haber alguna diferencia porque se les ha pedido explicaciones de su forma de proceder, pero las relaciones están mejorando ostensiblemente.
P. Hace dos años calificó la situación de la fiscalía de "insostenible y caótica" y señaló a la Consejería de Justicia como responsable de la misma. ¿Cómo está ahora?
R. Hay deficiencias importantes. Faltan funcionarios. La consejería acordó que cada aumento del número de fiscales supondría un aumento en el funcionariado y no se está cumpliendo. Este año se han incorporado dos, lo que suma cinco desde 2007, y no ha habido un aumento de plantilla ni lo va a haber. Esta situación hace que la fiscalía no pueda funcionar al ritmo que debería.
P. Una de sus actuaciones sonadas fue la recusación, en un caso, del presiente de la Audiencia. ¿Se ha sentido respaldado en todas sus actuaciones?
R. Ni la Fiscalía Superior de la Comunidad Valenciana ni la Fiscalía General del Estado han puesto ni un solo reparo a ninguna de mis actuaciones, todo lo contrario. Siempre me he sentido respaldado en mi manera de actuar. Tampoco los fiscales de Castellón han puesto reparos.
P. ¿Y presionado por algún poder político?
R. No, de modo alguno. Ni he sido presionado ni lo consentiría. No soy una persona fácil de presionar. No lo puedo permitir ni por la posición constitucional del ministerio fiscal, ni por mi manera de ver las cosas. Pero además es que nunca se ha producido. La verdad es que esperaba cierta intención de influencia de algunos poderes locales pero no he tenido ninguna.
P. Usted resulta incómodo para muchos, no sé si lo sabe. ¿Por qué cree que es así?
R. Un fiscal es esencialmente incómodo. Un fiscal debe ser esencialmente incómodo. Debe cumplir su trabajo y ser imparcial. Puede ser incómodo para unos y para otros. Estar en una posición equidistante da incomodidad.
P. La fiscalía ha sentado en el banquillo a un vicepresidente de la Diputación que, de momento, ha salido absuelto. ¿Cómo valora esta causa?
R. La sentencia está recurrida porque discrepamos de la absolución. En cualquier caso, la sentencia nos ha dado la razón en que existe el delito. Otra cosa es la responsabilidad del mismo. A nuestro parecer, el alcalde, que ahora es vicepresidente de la Diputación, también es responsable.
P. ¿Cree que si en el caso Fabra interviniera un fiscal de Castellón en lugar de uno que se traslada desde Anticorrupción hubiera ido más rápido?
R. No puedo hablar de una causa que no conozco. No puedo hacer una valoración. Pero en causas como esta se produce una quiebra del sistema judicial. Lo tardío no es justo. Yo defiendo que el fiscal pueda realizar labores de instrucción para conseguirlo. Nuestro actual sistema no existe en ningún otro país y es obsoleto.
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