Semana de pasión

Parecía que el año, financieramente hablando, arrancaba en esta segunda semana de enero. Era la semana llena de pruebas de fuego para los mercados financieros y la que podría marcar el futuro más inmediato para los inversores, con el inicio de la temporada de resultados y las subastas de deuda pública de algunos países europeos. Ante semejantes expectativas, ha bastado una cierta relajación de las tensiones que todavía acechan a la deuda soberana de los países periféricos para que la euforia se haya desatado entre los inversores, con ganancias en la mayoría de los valores que componen el índice español.

El Ibex 35 ha superado todas las resistencias: el antiguo soporte de los 9.850 puntos, la barrera psicológica de los 10.000 y los máximos de diciembre de 10.250 puntos. El selectivo ha cerrado su mejor semana desde julio del año pasado, con una ganancia del 8,6%, hasta situarse en los 10.385,1 puntos. Con esas subidas ha dado la vuelta al saldo acumulado en el año y vuelve a la rentabilidad, con una ganancia superior al 5% en estos primeros días del ejercicio después de cerrar 2010 con una de las mayores caídas de la década.

La semana se ha caracterizado por la volatilidad y por un elevado volumen de negocio. Los inversores comenzaron el lunes influenciados por el temor a un rescate de Portugal y, por extensión, de España, aunque la ayuda del Banco Central Europeo logró calmar el ánimo de los inversores y permitió que los países pagaran una prima ligeramente menor en sus colocaciones de deuda pública.

A partir de ahí, el Ibex recuperó la senda alcista con ganancias en cada jornada. De hecho, solo dos valores han terminado la semana en negativo, Iberia (-4,05%) y Arcelor Mittal (-0,15%), y con un sector que se ha visto beneficiado por encima de los demás de la renovada confianza de los inversores: el financiero. El riesgo país contribuyó decisivamente al optimismo, al caer desde los 279 hasta el entorno de los 230 puntos básicos. Y es que la banca, los grandes castigados de las últimas semanas, afronta grandes vencimientos en este ejercicio, y la menor presión sobre el coste de la deuda soberana se traduce en fuertes ahorros de financiación para las entidades.

Banesto ha sido la primera compañía española en presentar resultados de 2010 y lo ha hecho con un beneficio neto atribuido de 460 millones, un 17,8% menos que en 2009. Pese a ello, los inversores han apostado por las órdenes de compra y la entidad presidida por Antonio Basagoiti ha despedido la semana con un repunte del 6,76%.

En la semana ha sido la constructora Sacyr Vallehermoso la que ha logrado mayores ganancias, después de conocerse que la empresa que preside Luis del Rivero haya logrado alquilar 17 plantas de su rascacielos de Madrid a PriceWaterhouse. Es el primero de los rascacielos del paseo de la Castellana ocupado al cien por cien.