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PUNTO DE OBSERVACIÓN | opinión
Columna
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Qué dicen. qué hacen

Soledad Gallego-Díaz

HACE YA CASI UN AÑO se celebró en Hamburgo (Alemania) un curioso congreso que reunió a especialistas en comprobación de datos, es decir, expertos que trabajan enmedios de comunicación, tanto tradicionales como nuevas webs nacidas en Internet, que se dedican casi en exclusiva a lo que se conoce internacionalmente como fact check. La reunión, relatada en su momento en la revista de periodismo de la Universidad de Columbia, daba cuenta del espectacular (y desconocido) número de periodistas y expertos con los que contaba ese departamento en la revista alemana Der Spiegel: cerca de 70 personas, trabajando algunas de ellas a tiempo parcial, pero la mayoría a dedicación completa.

No hay nada peor en épocas de crisis que el miedo. El miedo es lo que mantiene a las personas en la obediencia

"El grupo dedicado a política alemana es el más grande", aseguraba uno de los responsables de la revista, y se dedica no solo a comprobar que los datos que se publican en sus páginas son correctos, sino también a reunir y a tener al día todo tipo de declaraciones y manifestaciones realizadas por los políticos, para poder hacer un seguimiento exhaustivo de su coherencia, sus promesas y su cumplimiento.

Ahora que en España se acercan las elecciones municipales y autonómicas (previstas paramayo) podría ser un excelentemomento para que organizaciones universitarias o ciudadanas no partidistas, por ejemplo, impulsaran la creación de este tipo de departamentos y de nuevas páginas webs. Algo similar a lo que ya existe en otros países, sobre todo, en Estados Unidos, como la http://www.factcheck.org/, financiada por la Universidad de Pensilvania, o la Politifact (http://politifact. com/), creada por uno de los dos únicos periódicos comerciales del mundo que dependen de fundaciones sin ánimo de lucro: el St. Petersburg Times, en Florida (el otro es The Guardian, de Londres). "Chequeamos, entre otras, las declaraciones de los miembros del Congreso, la Casa Blanca, los lobbys y los grupos de interés", asegura el Politifact, que incluso anima a sus seguidores a plantear qué datos de su comunidad o qué declaraciones de sus políticos quiere que sean comprobados.

Los comicios locales (y autonómicos) deberían ser los más propicios para este tipo de análisis y los que permitirían un control más exhaustivo, especialmente sobre los asuntos que más influyen en nuestras vidas: sanidad, educación, transporte público, ayudas sociales… Prácticamente todos esos asuntos dependen en España, como en Estados Unidos o en Alemania, de los Ayuntamientos o de los Gobiernos autónomos. Es a los alcaldes y a los presidentes autonómicos a quienes habría que hacer un seguimiento más estrecho: ¿qué prometieron en 2007 y qué han hecho hasta ahora? ¿Qué dijeron entonces y qué dicen ahora?

Son preguntas simples que podrían tener respuestas exactas: bastaría con chequear los datos y compararlos con los de otros municipios y otras comunidades. ¿Cuánto tarda en llegar una ambulancia? ¿Cuánto tengo que esperar en mi ciudad para realizar las pruebas médicas encargadas por los especialistas? ¿Pueden mis hijos acceder a Internet en la escuela? ¿Ha mejorado su aprendizaje?

No se trata, evidentemente, de fomentar agravios comparativos en todo el país, sino de reclamar con más fuerza responsabilidades concretas a políticos concretos que hicieron promesas para lograr nuestros votos. Si esos datos, verificados y comparados, demuestran que su récord político no resiste un fact check apropiado, no debería dar miedo exigir esa responsabilidad. En eso consiste la política. No hay nada peor en épocas de crisis que elmiedo. Hacemuchos siglos que se sabe que el miedo es lo que mantiene a las personas en la obediencia. Que el miedo a la gente y a la innovación, que "ve enemigos, amenazas y traidores por todas partes", es la peor de las pestes, como escribió esta semana, en relación con la web. Amador Fernández-Savater

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