Benidorm incrementa las reservas de británicos en un 10% este verano

Los malos datos económicos se acumulan para la economía valenciana. También para el turismo. La Comunidad tuvo el deshonor el año pasado una de ser una de las únicas dos autonomías españolas donde cayó la llegada de turistas extranjeros. Era, además, el segundo año consecutivo de caída en la llegada de extranjeros, una situación sin precedentes en las estadísticas disponibles del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y que se remontan a 2001. El único año de la última década en el que este crecimiento en la llegada de extranjeros se interrumpió fue en 2004, cuando sufrió un retroceso del 0,3%. Los empresarios turísticos no están sorprendidos por este descenso tras el cual está la debilidad del turismo británico, el principal cliente extranjero, debido a la crisis. Este cliente ya arrastra tres años consecutivos de caídas. Pero la misma crisis ha hecho que el turismo nacional opte por destinos domésticos, lo que compensó el descenso de extranjeros. Y tanto el gasto diario como el gasto medio por persona, han recuperado la senda del crecimiento tras tropezar en 2008, un dato más codiciado por los empresarios. Pero en este contexto, además, los hoteleros de Benidorm detectan ya un cambio de tendencia. El presidente de la patronal Hosbec, Antoni Mayor, aseguraba esta semana que Benidorm ya ha vendido un 10% de reservas para el próximo verano en el mercado británico, "un punto de inflexión".

El turismo nacional ha paliado la caída del internacional durante la crisis

Mayor explica el dato en dos factores principalmente: la libra está recuperándose y la tasa de aviación es más gravosa cuanto más lejos está el punto de destino, lo que favorece también la oferta española. "Hay que recuperar el mercado británico", resume el hotelero. Y en el apartado de las previsiones internacionales, Mayor confía en el que el optimismo de la economía alemana "irradie" a los países vecinos y estimule sus desplazamientos turísticos.

Y aunque los hoteleros no dejan de recordar que el comportamiento del turismo español es una incógnita debido en buena parte a que se ha consolidado la costumbre de reservar a última hora, la crisis apunta a una fidelización del mismo. Como dice la presidenta de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante, Cristina Rodes, "en las épocas de crisis el turismo nacional siempre compensa la caída del internacional".

Las previsiones de la Federación de Hoteles de la Comunidad Valenciana también apuntan a que a partir del verano empezará a remontar la ocupación hotelera, tanto debido al turismo nacional como al extranjero, según su secretario general, Luis Martí. Y ello a pesar de que Martí espera un principio de año "muy complicado" por la crisis y más parecido a 2009 que al año pasado. "Es hora de incrementar el gasto medio y de consolidar la rentabilidad de las empresas", esgrime Martí como reto para este año. También de fidelizar al cliente, agrega. La previsión, en cualquier caso, como mínimo, es "mantener los niveles de ocupación", en palabras de Rodes.

La rentabilidad, de hecho, se ha sacrificado durante los años de crisis para mantener la ocupación. En eso han coincidido de norte a sur todos los destinos turísticos de la Comunidad Valenciana. Y distintas voces del sector empiezan a defender que hay que poner freno a este sacrificio en precios, al menos durante las épocas de mayor ocupación.

A las puertas del certamen de Fitur también se han anunciado dos cierres de establecimientos hoteleros, los del Sidi Saler de Valencia y del Sidi San Juan en Alicante. Los hoteles arrastraban varios años de problemas y el sector asegura que no son la punta del iceberg de ninguna tendencia. Admiten, sin embargo, que el mercado está cambiando y los meses de verano, que hasta hace poco compensaban la poca ocupación del periodo invernal, se han acortado, lastrando algunos negocios.