Exprimir la asfixia
Estudio de S. Kozlowski
Glos Poranny, 1931
Desde hoy, y durante dos semanas, los focos de los aficionados y de esta columna estarán centrados en Wijk aan Zee (www.tatasteelchess.com), una pequeña y gélida localidad costera de Holanda que cada enero atrae a unos 1.300 ajedrecistas de todas las categorías, desde los mejores del mundo hasta niños y jubilados. El torneo principal, con catorce ases, está presidido por el campeón del mundo, el indio Viswanathan Anand, y el primero de la lista del 1 de enero, el noruego Magnus Carlsen, pero además compiten el tercero (el armenio Levon Aronián) y el cuarto (el ruso Vladímir Krámnik). Como aperitivo les proponemos la deliciosa miniatura del diagrama. Las blancas deben aprovechar rápidamente su enorme ventaja de espacio y la inmovilidad del alfil, antes de que las negras se liberen con g6. La primera idea que salta es presionar aún más con h5 pero, aún así, las negras darían el jaque en g6, entregando un peón y garantizando el empate. ¿Cómo se puede ganar entonces? Pues exprimiendo hasta la última gota la parálisis del alfil. Al ver la solución, el lector notará que su ritmo cardiaco se acelera: 1 Cg6+!! hxg6+ (la alternativa 1 ..Rg8 2 h5 hxg6+ 3 Rxg6 lleva también a la variante principal) 2 Rxg6 Rg8 3 h5 Rh8 4 Rf7 g5! (a primera vista, es un recurso muy bueno, porque si las blancas toman al paso en g6 el alfil se libera; sin embargo, todo encajará como en un reloj suizo) 5 Rxf8 g4 6 Rxe7 g3 7 Rf7 g2 8 e7 g1=D 9 e8=D+ Rh7 10 De4+ Rh8 11 De5+ Rh7 12 Df5+! Rh8 13 Df6+ Rh7 14 Dg6+ Dxg6+ 15 hxg6+, y las blancas ganan. Correspondencia: ajedrez@elpais.es
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