Lluís Pasqual vuelve a casa
Lluís Pasqual regresó anoche a su casa del Teatre Lliure de Gràcia; 11 años después de estrenar en la sala L'hort dels cirerers de Chéjov, Pasqual ha vuelto al histórico teatro, ahora remozado, con su montaje de Celebració, de Harold Pinter. La velada estuvo a la altura de la emocionante ocasión con numerosos rostros conocidos del mundo del teatro e históricos de la casa. De añadido, el morbo de la presencia del nuevo consejero de Cultura, Ferran Mascarell, con el que Pasqual, que dirigirá el Lliure a partir de la próxima temporada, tuvo un sonoro desencuentro a finales de la década de 1990 por la Ciutat del Teatre. Mascarell ha dado el asunto por pasado. Anoche Pasqual (en la foto retratado en el escenario después de la función), hizo lo mismo. "Si es cierto que cambiamos todas las células cada ocho años ninguno somos los que éramos, y las reglas del juego son otras", dijo. El director afirmó haber vuelto a sentir la magia del espacio único del Lliure de Gràcia y tuvo un recuerdo para Fabià Puigserver.
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