"Kataia es una cosa de los maridos y la mujer de De Miguel, la administradora"

Iratxe Gaztelu, una de las imputadas en la supuesta trama de corrupción en Álava por su condición de socia de Kataia Consulting, acudió ayer a la comisión de investigación del caso De Miguel y proclamó su inocencia. Lo hizo público mediante una nota entrega a los periodistas al término de su comparecencia, pero, sin embargo, no incluyó en el texto algunos testimonios que había trasladado minutos antes en sede parlamentaria y que sirven para despejar algunas incógnitas significativas sobre cómo operaba Kataia. De hecho, la esposa del también imputado Koldo Otxandiano dijo a la comisión que la constitución de esta sociedad, radicada en Vitoria, "es una cosa de los maridos" en alusión directa al suyo, a De Miguel, a Aitor Tellería y a Alfonso Arriola, y que desde 2008 la administradora es Ainhoa Bilbao, la esposa del ex diputado foral alavés.

"Acudí a firmar las escrituras y a la compra de los terrenos de Frúniz"

"Con el paso del tiempo me enteré de que Kataia tenía empleados"

Gaztelu es una reconocida afiliada del PNV alavés y fue candidata en su lista al Parlamento vasco en las últimas elecciones. Ayer, cumplió con la exigencia del EBB de comparecer ante la comisión de investigación del caso De Miguel. Y, además, habló. Todo lo contrario que su compañero de partido Gurutz Larrañaga, ex viceconsejero de Cultura, que acudió dos horas antes a la Cámara vasca, pero guardó silencio amparándose en su condición de imputado. Eso sí, Larrañaga, también imputado, se mostró dispuesto a colaborar con la comisión una vez se resuelva su situación judicial. A este veterano jeltzale guipuzcoano se le responsabiliza de autorizar, posiblemente en un exceso de confianza, los contratos que su director de Juventud, Xabier Sánchez Robles, adjudicaba a su amigo Iñaki San Juan.

Gaztelu, en cambio, dijo desconocer toda la maquinaria de Kataia. Admitió que había acudido a instancias de su marido a firmar las escrituras de la sociedad e, incluso, a la compra de los polémicos terrenos de Frúniz (Vizcaya) "porque era una cosa interesante", reconoció. En esta operación estaba acompañada de la mayoría de los imputados en la supuesta trama de corrupción, todos miembros del PNV, así como la concejala de Llodio Leire Orueta y su marido Josu Álvarez.

En su nota a los medios informativos, Gaztelu aseguró que "nunca supo" que Kataia tuviera empleados. Fue con el paso del tiempo "a medida que iban saliendo noticias" cuando comprendió que estaba equivocada. EL PAÍS ya adelantó, por ejemplo, que De Miguel dio de alta en Kataia a su suegra, quien luego en el Juzgado se limitó a decir que su trabajo consistía en "cuidar a los nietos" cuando su presencia era solicitada.

Acompañada de su abogado, Carlos Chacón, permaneció durante veinte minutos ante la comisión de investigación, a la que hizo ver "el derecho fundamental a no prestar declaración" ya que la defensa en una causa penal "debe prevalecer". Su principal interés radicaba en disponer de "una oportunidad para proclamar mi inocencia respecto a las graves acusaciones que contra mi persona se siguen en el juzgado y que se han aireado ante la opinión pública", aseguró Gaztelu, imputada por los delitos de cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales.

Para subrayar su inocencia, la imputada, que ha pedido el sobreseimiento de la causa junto a su marido, destacó que "nunca" ha tenido relación con el Departamento de Cultura del Gobierno Ibarretxe, que adjudicó supuestamente de manera irregular contratos a empresas investigadas, como Construcciones Loizate o Errexal. Gaztelu dijo que no ha recibido contratos de ningún departamento del Gobierno vasco y que "desconoce" los mecanismos de control de las empresas públicas".

Desde un punto de vista personal, Gaztelu recordó la amarga experiencia de su detención hace ya diez meses y dijo mantener su "amistad" con el resto de las mujeres de los también imputados en su misma causa, aunque sin relación alguna.