Los bomberos están 'quemados'
La Diputación de Guipúzcoa trata de sofocar la protesta laboral de los 225 miembros del servicio - "Quieren anestesiarnos porque se acercan las elecciones"
La Diputación de Guipúzcoa tiene soliviantados a todos sus bomberos y a los empleados que coordinan el servicio de emergencias. Los más veteranos del cuerpo de extinción de incendios no recuerdan la existencia de una protesta tan generalizada, ni el grado de malestar existente por las condiciones laborales de una plantilla que agrupa a 205 bomberos y 13 sargentos, además de los siete coordinadores del Bai Esan. Con problemáticas diferentes, todos han levantado el grito contra los responsables de la Diputación. "Somos los que más trabajamos y tenemos los sueldos más bajos del País Vasco y Navarra", afirma un representante del colectivo.
Más de medio centenar de estos bomberos -la mayoría con el casco y la chaqueta que emplean en las intervenciones- llevaron ayer sus protestas al exterior de la sede de las Juntas Generales mientras en su interior la diputada de Presidencia, Edurne Egaña, daba explicaciones sobre un conflicto que se alarga más de lo deseado.
La Diputación quiere abrir una reflexión para cambiar el modelo organizativo
"Somos los que más trabajamos y los que menos cobramos de Euskadi y Navarra"
La chispa que hizo prender el descontento de los bomberos fue la decisión de la Diputación de dejar de abonarles desde el pasado mes de junio el complemento específico de disponibilidad, una reducción de 4.200 euros al año que supone el 15% del salario. A cambio, dejaban de llevar un sistema de localización (busca) y el Ejecutivo foral se comprometía a aumentar la plantilla para reforzar los equipos de guardia con un mínimo de cuatro bomberos por parque.
La decisión de aumentar los efectivos se adoptó en 2006, pero no ha podido hacerse efectiva hasta mediados del año pasado. Entretanto, el Ejecutivo foral tuvo que convocar en 2008 una oferta de empleo para incorporar a 60 nuevos bomberos que, según el colectivo, "aún no han tomado posesión de su plaza".
Los bomberos se quejan de que, pese a no llevar busca, la Ley de Emergencias les obliga a estar disponibles para el servicio y no cobran por ello. Entre sus reivindicaciones, plantean que esta disponibilidad sea remunerada con 3.000 euros al año.
Ponen como ejemplo que el parque de bomberos de San Sebastián, dependiente del Ayuntamiento donostiarra, tiene fijadas guardias con 17 efectivos (nunca menos de 12), mientras que en los ocho parques forales se realizan con cuatro bomberos. Ayer, mientras Egaña comparecía en la Cámara, había tres parques con tres bomberos de servicio.
A las protestas de los bomberos se suman la de los 13 sargentes, disgustados con unos turnos maratonianos. "Una semana de cada cinco estamos obligados a estar localizados, uniformados y pegados al coche de servicio para acudir a cualquier emergencia", afirma uno de ellos. Trabajan 24 horas durante los siete días de la semana, y reclaman "organizar un sistema de relevos" que garantice una "presencia ininterrumpida" de sargentos en los parques y quitar el busca.
El conflicto con los siete empleados del Bai Esan, que coordina las llamadas de emergencia, reside en que, "al ser tan pocos, acumulan más de 200 horas al año que no les pagan".
Egaña anunció que su propósito es "cambiar el modelo de organización", creado hace 26 años y actualmente "desfasado". Para ello, les ha invitado a participar en la definición de un nuevo sistema de gestión del cuerpo. "Han estado meses sin sentarse a hablar. Ahora quieren anestesiarnos estos cuatro meses para que no hagamos mucho ruido y no les estropeemos la campaña electoral", asegura un bombero.
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