_
_
_
_
Reportaje:

Tan Miss España como galleguista

Emilia Docet, 'sex symbol' de la República, mitineó junto a Castelao o Risco

Emilia Docet nace en Vigo en 1913, cuando al marketing se le llamaba propaganda y el concepto de ciberpolítica no existía ni soñado. En el año 1933 fue elegida Miss España y, casi sin darle tiempo a desprenderse de la banda, se convirtió en la imagen del recién constituido Partido Galeguista (PG). Un famoso vende, y el PG contaba con la miss para empujar su mensaje político exactamente igual que lo hacía La Peninsular -empresa tudense de la que era imagen- para vender sus galletas Pitusín.

"La verdad es que su aparición en aquel momento político alcanzó una importante repercusión. Todos estábamos un poco sorprendidos de que una mujer que había ganado un certamen de esas características hubiese tenido aquella actividad tan marcadamente galleguista", comenta el cooperativista histórico Avelino Pousa Antelo. "Además, el PG estaba conformándose y no cabe duda de que la imagen de una mujer que tenía tanta presencia en los medios era una buena propaganda".

Díaz Pardo cree que el vínculo con el PG era a través de la esposa de Núñez Búa

Docet, por aquella época, era una celebridad que apostaba por dos maneras de respirar un tanto dispares y, en principio, sociopolíticamente contradictorias: tan Miss España como galleguista. Es cierto que el partido de Castelao, Risco o Bóveda aprovechó el tirón mediático de la modelo, pero también lo es que la viguesa no se habría involucrado con esa contundencia si su ideología no fuese afín al ideario del PG. "Desde mi punto de vista creo que su implicación política tenía raíces en la relación familiar que mantenía con la esposa de Núñez Búa", apunta el intelectual galleguista Isaac Díaz Pardo. "La compañera de Xosé Núñez Búa, maestro exiliado en Argentina y uno de los fundadores del PG, era pariente de la modelo. Recuerdo hablar con ella, Olivia Valladares Docet, sobre Emilia en Buenos Aires".

Su vinculación con el partido fue realmente importante. Emilia Docet llegó a participar en el famoso Mitin das Arengas de 1934, en la Praza da Quintana, junto a Castelao, Bóveda, Otero Pedrayo, Paz Andrade y Suárez Picallo, y se convirtió en la primera mujer que lo hacía. Según las crónicas de la prensa del momento, pronunció uno de los discursos más bellos y sólidos. Además, destacó también por su implicación social: se presentó ante el ministro de Agricultura republicano para pedirle que levantara el embargo a los 7.000 campesinos avalistas del préstamo estatal -concedido años antes por el dictador Primo de Rivera- para construir el matadero rural de O Porriño.

Era un mujer que luchó por reivindicarse, sobre todo en una época en la que los hombres copaban las cimas de todos los estamentos sociales. El investigador Xosé Ramón Paz Antón, estudioso del contexto histórico en el que Docet empezó a ser conocida, cree que la viguesa "fue una representante de las nuevas mujeres que surgieron en los años veinte: otras ropas, cosmopolitismo, deportes, conducir coches...". Paz Antón recuerda haber leído en prensa un episodio protagonizado por la modelo que refleja el carácter que la definía: eran las fiestas de San Telmo en Tui y la invitaron a participar en una demostración de natación en el río (era una fantástica nadadora en el estilo crawl). Se montó cierto revuelo por el hecho de que aquella señorita se hubiese presentado allí en bañador. Ante esta situación, Emilia dio media vuelta y se negó a hacer la demostración. "Era guapa, muy guapa", recuerda Pousa Antelo. "En cierta ocasión tuve la oportunidad de hablar con un hijo de Docet. Recuerdo que le dije que su madre era una diva. No le pareció nada bien... Yo en absoluto lo había dicho en sentido peyorativo, al contrario", acaba el viejo galleguista.

Una de las escasas imágenes que circulan relacionadas con la viguesa y su implicación política es la que inmortaliza un homenaje que le organizaron los galleguistas de Ourense. En aquel banquete -celebrado el 16 de junio de 1933 en el Hotel Miño- Emilia Docet posa delante de una bandera gallega arropada por Otero Pedrayo, Vicente Risco y Álvaro Cunqueiro, entre otros. Acababa de convertirse en un símbolo centralizador de una España casposa, machista, y ella, posiblemente, lo celebró charlando en los cafés sobre algo parecido a un Estatuto de Autonomía.

La Miss España de 1933, Emilia Docet.
La Miss España de 1933, Emilia Docet.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_