Yagüe opta por la amnesia en el 'caso Minutas' y García Marcos acusa a Gil

Nerviosa y con la voz quebrada, pese a que por una vez acudía como testigo y no como imputada, la ex alcaldesa de Marbella (Málaga) Marisol Yagüe demostró ante el tribunal del caso Minutas una verdadera amnesia de alguno de los años más importantes de su vida. Su compañera de celda en los primeros tiempos del caso Malaya, la ex edil socialista Isabel García Marcos, que también testificó ayer por la misma causa -aunque con la cabeza siempre alta- optó por culpar de todas las irregularidades al fallecido alcalde Jesús Gil.

El caso Minutas investiga al abogado y presidente del Sevilla, José María del Nido y a otras 16 personas, por el presunto cobro irregular al consistorio marbellí de al menos 1,3 millones de euros por servicios jurídicos supuestamente nunca realizados entre 1999 y 2003.

En esa época, Marisol Yagüe era "concejala rasa" de Participación Ciudadana, y García Marcos, todavía se presentaba a sí misma como el azote del gilismo. En la sesión de ayer, se indagaba sobre la posición de Del Nido en el Ayuntamiento en la época de gobierno de su amigo Jesús Gil. También se buscaba arrojar luz sobre la reunión de la Junta General de las sociedades municipales marbellíes en la que, sin dejar constancia escrita de ello, se decidió la contratación supuestamente irregular de Del Nido.

"Apuro me da de que no tengo ni idea", se disculpó Yagüe cuando se le preguntó sobre la contratación de Del Nido. La mujer que tras la moción de censura que desbancó a Julián Muñoz en agosto de 2003 exigió para sí el papel de alcaldesa aseguró que cuando se produjeron los hechos su cargo "no era relevante". "¿Quién me iba a decir a mí que se iba a contratar a Del Nido o a quien fuera? ¿Qué quiere que le diga? A mí, explicaciones las mínimas", le contestó al fiscal anticorrupción Francisco Jiménez Villarejo. Para justificar su desmemoria, Yagüe indicó que se encuentra en tratamiento: "De lo que hago hoy, mañana me acuerdo muy poco".

Yagüe relató el que dice ser su único encuentro en persona con el abogado y presidente sevillista: "Fue tras las elecciones de 2003. Julián Muñoz [entonces alcalde] me llamó a su despacho para hablar de la concejalía de Participación Ciudadana. Él quería que dejara ese área y salí de allí con intención de dejar la política. Del Nido me dijo que me tranquilizara, que él lo arreglaría". Lo que Yagüe no supo responder es qué hacía Del Nido en el despacho del regidor y qué influencia tenía en el Ayuntamiento. "Ojalá me hubiera ido entonces", se lamentó ayer.

Por su parte, la ex edil Isabel García Marcos, aseguró que Gil "hacía uso y abuso de un poder absoluto" y que dirigía el Ayuntamiento "con el mando a distancia" desde el Club Financiero. "Su poder se notaba, no hacía falta que fuera (...) y no aceptaba ningún tipo de indicación ni nada", recordó la ex edil. García Marcos aseguró que Julián Muñoz tenía con Gil una relación de "sí, bwana".

La contratación de Del Nido, verbal y sin mediar expediente alguno, tuvo como objeto las alegaciones municipales a la fiscalización realizada por el Tribunal de Cuentas en 2000 y 2001 a las sociedades municipales. García Marcos recordó que solicitar información sobre lo que ocurría en esas sociedades fue "una auténtica batalla campal". También explicó que las alegaciones para este tipo de inspecciones se encargaban a asesores externos, por lo que la oposición tenía menos maneras de enterarse.