La audaz vida de Joanot Martorell
El Centre del Carme recrea la trayectoria humana del autor de 'Tirant lo Blanch'
La vida de Joanot Martorell, autor de Tirant lo Blanch, no alcanzó el grado de heroísmo y aventuras de su personaje. Pero al morir, pobre y de vuelta en su Valencia natal, en 1468, dejó material de sobra para fabricar una novela. El Centre del Carme de Valencia abrió ayer Joanot Martorell i la tardor de la cavalleria (hasta mediados de marzo), exposición que recrea la vida del escritor y caballero en tres escenarios. La ciudad donde nació hace ahora 600 años. La corte británica de Westminster, donde pasó al menos una larga temporada. Y Nápoles, adonde siguió al rey Alfons El Magnànim. De todo aquello extrajo imágenes y argumentos que acabarían trasladados a su novela total, como la definió Mario Vargas Llosa.
La hipótesis más probable, señala Eduard Mira, comisario de la exposición, es que los antepasados del autor se establecieran cerca de Gandia provenientes de Martorell, municipio situado en la confluencia de los ríos Anoia y Llobregat. Para cuando él nació, fruto de la unión de su padre con Damiata Abelló, emparentada con el notable linaje de los Mercader, su familia había dejado La Safor y se había establecido en Valencia.
Martorell participó en el fracasado intento de la Corona de Aragón por conquistar Nápoles desde Sicilia en 1434. Vivió dos años en Londres y allí desafió en duelo a su primo Joan de Monpalau por haber incumplido la promesa de casarse con su hermana Damiata (un problema similar le enfrentó con Ausiàs March, pero el asunto se solucionó pacíficamente: el poeta accedió finalmente a contraer matrimonio con su hermana Isabel). El duelo no llegó a celebrarse porque Monpalau se echó atrás y pagó una compensación económica, pero Joanot Martorell llegó a encargar una carísima armadura en Milán (una pieza de la misma época y fabricante puede verse en la exposición, entre más de un centenar de objetos cedidos por 23 instituciones españolas y europeas).
Mientras el escritor defendía el honor familiar y saltaba de corte en corte, su hacienda iba evaporándose. Pidió dinero prestado a banqueros italianos y portugueses. Siguió viajando. Dejó deudas. Buscó la protección real frente a sus acreedores (sin éxito). Se vengó literariamente de ellos. Fue soldado de fortuna. Bandolero. Conoció la caída de Constantinopla y la imparable extensión del Imperio Otomano. Y experimentó, como su personaje, el declive de la Edad Media. La crisis de los caballeros feudales. El final de un mundo y el confuso despuntar de otro.
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