Un Dakar más lento, pero más preciso
Los cambios en el reglamento de la prueba acentúan aún más la importancia de la navegación
La próxima edición del Rally Dakar, que arrancará el sábado en Buenos Aires, vendrá marcada por dos cambios en el reglamento que tendrán un gran impacto en el transcurso de la prueba. Por un lado, los vehículos deberán acercarse mucho más que antes a los way point o puntos de paso. Hasta ahora, el chivato del salpicadero (en los coches) o del panel de mandos (en las motos) se disparaba cuando el participante entraba en un radio de tres kilómetros alrededor de la zona mientras que esta vez deberán colocarse a una distancia máxima de 800 metros si quieren recibir la validación.
Esta primera medida afectará tanto a la división de motos como a la de los coches, pero hay otra, también importante, que solo se circunscribirá a los competidores que circulen sobre una máquina de dos ruedas. La cilindrada de las motos ha quedado limitada a 450cc, circunstancia que ha obligado a KTM, la marca que ha ganado las últimas nueve ediciones, a diseñar un nuevo modelo, la 450 Rally. Con la nueva norma, Amaury Sport Organisation (ASO), la compañía promotora de la prueba, pretende abrir el abanico de posibilidades para otros constructores, como Aprilia o Yamaha, que consideraban casi utópico competir con las máquinas de la marca austriaca.
"Al haber limitado la zona de los way points a 800 metros, el más mínimo error te puede hacer perder mucho tiempo y volver muchos kilómetros atrás. Habrá que navegar muy fino, atinar mucho, y eso supone mayor responsabilidad para los copilotos", afirma Carlos Sainz, que en el pasado Dakar se convirtió en el primer español en proclamarse campeón en coches.
Cada tarde, al terminar la etapa, los copilotos recibirán el road book (libro de ruta) del día siguiente. Esta vez, la claridad de las indicaciones será aún más decisiva y hará que cualquier interpretación errónea le pueda llevar a uno a dar un rodeo no deseado. "Esperemos que el road book sea preciso y que no nos hagan correr por la misma ruta. Eso sería peligroso porque muchos nos cruzaríamos buscando el way point", afirma Gilles Picard, que acompañará a Nani Roma.
A la hora de analizar el nuevo escenario que se prevé para los motociclistas, Marc Coma, dos veces ganador de la carrera (2006 y 2009), lo tiene claro: "Habrá que estar muy pendiente de las demás marcas, sobre todo de BMW y Aprilia". Jordi Durán, el director del equipo italiano, ofrece otro argumento que refuerza la tesis que sostiene que la igualdad será mayor que en el pasado. "Con las motos grandes, las diferencias entre los mejores pilotos y los que no lo son tanto se reflejaban en los tramos rápidos porque los buenos son los únicos que pueden ir a tanta velocidad echando solo un ojo al rutómetro. Ahora, como las motos son más lentas, son más los que pueden ir trampeando", puntualiza el ex piloto, que como el año pasado dirigirá al chileno Francisco Chaleco López y a Gerard Farrés, dos de los que pueden complicar la vida a Coma y a Cyril Despres, que se han repartido los últimos cinco triunfos.
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