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La 'zona cero' de la plaga de los pinos reclama a la Xunta indemnizaciones

Medio Rural espera a una reunión en Bruselas para fijar las líneas de ayuda a productores y aserraderos

Habrá indemnizaciones, aseguran desde la Xunta, que no puede precisar, sin embargo, en qué cuantía o por qué conceptos. Hasta el próximo mes no podrá fijarlo, aducen en la Consellería de Medio Rural, cifrando el punto de inflexión en una reunión que se celebrará en Bruselas. En la zona cero de la plaga, As Neves, lo consideran "zarandajas, ganas de perder tiempo", y se aprestan a dar batalla por la valorización de la madera en cuarentena "hasta donde sea posible", anuncia Luis Vilas, presidente de la comunidad de montes de Leirado, trajinando panfletos que invitan a los propietarios a movilizarse. Esta misma semana esperan constituir una asociación de afectados inspirada en la próxima de la Plisan (Plataforma Logística Industrial Salvaterra-As Neves), que tantos quebraderos ha dado a los sucesivos Gobiernos gallegos.

Cifran en 8.000 euros por hectárea la producción del bosque en cuarentena

El foco de nematodo del pino fue detectado en julio en uno de los bosques de mayor calidad maderera de Galicia. Descontada la superficie no forestal, unas 300 hectáreas de bosque compacto de las parroquias de Leirado, Taboexa y Meder (más de 1.000 propietarios) componen el epicentro del foco, dentro del círculo de 1,5 kilómetros de radio que marca la zona de erradicación. Además hay otra zona, la demarcada, de 20 kilómetros de radio, sometida a las limitaciones de un riguroso control sobre las maderas que almacena y crecen en ella.

Medio Rural empezó a comunicar el pasado miércoles el desbloqueo parcial de las actividades forestales en la zona demarcada, cuya reanudación pueden solicitar los productores y, si se autorizan, ejecutarlas bajo un control y tratamientos que encarecen su precio final. "Para nosotros ahora es muy importante trazar, conocer los movimientos de la madera", afirma José Álvarez Robledo, director general de Producción Agropecuaria. Asegura que en la Xunta no han definido aún ningún baremo de indemnizaciones. Esperan a los resultados de una reunión en Bruselas, en enero, para fijarlas en función de las ayudas "elegibles" que les ofrezcan las disposiciones comunitarias: limpieza de maderas viejas, podas, políticas preventivas o neutralización de zonas demarcadas, son algunas de las variables posibles. En cualquier caso, afirma el director general, "no cabe hablar de desastre: no hay grandes damnificados".

En As Neves, sin embargo, cunde la especie de que la Xunta ya ha adelantado su disposición a indemnizar a 10 euros el metro cúbico, equivalente a la quinta parte de su valor normal de mercado. "La Junta de Extremadura -donde se detectó un foco en 2008- la está pagando a 37 euros, ¿cómo es que aquí no lo saben?", apunta Vilas. Los silencios de la Xunta, que Álvarez Robledo atribuye a la necesidad de afianzar los pasos que se van dando para hacerlos en última instancia más eficaces ante la Comisión Europea, han sembrado incertidumbre y agitación entre los afectados.

La Xunta, según fuentes de la Asociación Forestal Galega, cumplió el plan de contingencia marcado por la Comisión Europea desde que el nematodo fue detectado en Portugal, y eso permitió hacer lo propio con el foco de As Neves. Pero el Gobierno gallego no disponía de ningún plan para activar en caso de detección de la plaga. Eso explicaría, según el ingeniero Julio Ruiz, la "falta de información clara" y la extensión de la inquietud en el sector.

La Dirección Xeral de Producción Agropecuaria prohibió hace un mes la salida de las zonas de erradicación y demarcación "de plantas, madera, embalajes y residuos de madera de especies sensibles, sin los controles oficiales que habiliten que están libres de la plaga o que se adoptaron las medidas para su inactividad". El pasado miércoles levantó esa suspensión en la zona demarcada, pero con unos trámites que la demoran sine die. Permite, eso sí, que se empiece a valorizar la madera para tomarlo como otro referente en la futura fijación de las ayudas. Toda esa madera ha de ser tratada, especialmente con calor, y hay aserraderos que no disponen de los medios para llevarlo a cabo.

Una primera aproximación de la Asociación Forestal Galega cifra en entre 6.000 y 8.000 euros por hectárea la producción del bosque en cuarentena. "La valoración no puede hacerse sobre el valor estricto de la madera que existe", afirma el ingeniero Julio Ruiz. "Para mucha gente, la plantación es como meter un dinero en la caja de ahorros, con expectativa de sacarlo en su momento. La valoración ha de tener en cuenta ese valor potencial que se haría efectivo en unos años".

Trampas para 'gallos'

El nematodo del pino (B. xilophilus) detectado el pasado mes de julio en una masa forestal de As Neves es un organismo de cuarentena que viaja a bordo de un insecto, el M. galloprovincialis, su difusor, y tarda menos de tres meses en secar un árbol. En Portugal fue detectado en 1999, por primera vez en Europa, y no han conseguido controlarlo. Todo el país es zona de demarcación desde 2008. Se supone que de ahí saltó a Extremadura el mismo 2008 y ahora a Galicia. Sus efectos son devastadores.

Este año ya fue en el que más gallos, como se denomina vulgarmente al insecto vector, cayeron en las trampas tendidas en los bosques de As Neves durante las últimas temporadas. Las capturas del insecto en toda Galicia superan la suma de los tres años precedentes, desde que se iniciaron las prospecciones, con singular intensidad en una franja de 20 kilómetros desde la frontera portuguesa. El nematodo de As Neves estaba a 5,5 kilómetros.

El primer requerimiento de combate contra la plaga obliga a erradicar "todas las especies sensibles, afectadas o no por el nematodo", en un radio de 1,5 kilómetros alrededor del foco donde haya sido detectado. Y a extender la cuarentena a la zona demarcada, que abarca un radio de 20 kilómetros en torno al foco detectado.

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