El Villamarín ahoga al Betis

No encontró anoche Ustari mejor aliado que el diluvio universal que obsequió el cielo sevillano al estadio Benito Villamarín. El aguacero minó el terreno de juego verdiblanco y lo convirtió, a base de charcos, en una zona impracticable que benefició a los porteros afincados en tal área. Defendida en primer lugar por el meta azulón para posteriormente hacerlo Casto, el Getafe aprovechó esa inesperada ayuda atrás para, a base de pegada, colocar tierra de por medio en los primeros 45 minutos.

De inicio, los de Míchel se mostraron muy superiores a la zaga verdiblanca, actual líder de Segunda. Dada la negativa del balón a transcurrir sobre la inundada moqueta, las bandas azulonas, comandadas por Pedro Ríos y Gavilán, jugaron el esférico por alto en cada acercamiento al área rival. Así llegó el peligro getafense, y, de esta guisa, apareció el primer tanto, obra de Miku al definir un balón suelto tras un saque de esquina.

El cuadro visitante, crecido, tiró de repertorio y bajó el esférico de las nubes para tratarlo a ras de suelo. El resultado no se hizo esperar y, minutos más tarde en una contra, Pedro Ríos conectó un disparo desde fuera del área ajustado al palo inalcanzable para Casto. Injusto resultado para un Betis que quiso jugar pero se encontró, en sus intentos de sorprender a Ustari, contó la implacable aparición de los charcos para deshilar sus ocasiones al borde del área. Solo tres ocasiones crearon los béticos en la primera parte, por 14 de los visitantes.

A la vuelta de los vestuarios se intercambiaron los roles. El Betis, sin zonas anegadas que vetaran la circulación del balón, se lanzó al ataque y trató de sorprender a un Getafe cohibido. Avisó un mano a mano de Jorge Molina ante Ustari, enviado al lateral de la portería. Posteriormente con un cabezazo a bocajarro de Ezequiel despejado.

Una pasada de revoluciones en el área de Miguel Torres sobre Ezequiel al término del choque permitió cantar bingo al Betis desde el punto de penalti. Sin Emaná, el Betis mantiene vivas sus opciones de cara al Coliseum. Pese al temporal.