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Un caso en punto muerto por falta de autor conocido

La investigación del chivatazo a ETA en el bar Faisán se encuentra en punto muerto después de que el fiscal solicitara su archivo por falta de autor conocido.

- ¿Cómo se inició? El caso comienza a raíz de una conversación entre el dueño del bar y presunto colaborador de ETA, Joseba Elosua, y un familiar en la que manifiesta su sorpresa porque un policía le había pasado en la mañana del 4 de mayo de 2006 un teléfono móvil. Al otro lado, alguien le avisó de una operación policial en la que iba a ser detenido.

- La principal hipótesis. Desde la noche anterior al chivatazo hubo comunicaciones telefónicas especialmente intensas entre el entonces director general de la policía, Víctor García Hidalgo, y el jefe superior del País Vasco, y al menos una entre este último y un inspector de Vitoria (ajeno a la lucha anti-ETA) realizada en el área del bar Faisán a la hora en que se había producido el soplo.

Más información
Francia suspendió la operación del bar Faisán por motivos policiales y operativos

- Un autor desconocido. Lo que se ignora es quién lo dio y el contenido de las conversaciones entre los mandos policiales. El propietario del bar, Joseba Elosua, no ha identificado al inspector de Vitoria, imputado como sospechoso de haberle pasado el teléfono con el aviso, en las ruedas de reconocimiento que se han practicado. Esa es la razón por la que el fiscal ha pedido el archivo.

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