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Hacia un nuevo Gobierno catalán

Laporta choca con el líder de CiU en su estreno

El presidente de Solidaritat reprocha a los nacionalistas falta de ambición soberanista

Camilo S. Baquero

El primer día de cole nunca se olvida, y si no que lo diga Joan Laporta. El líder de Solidaritat Catalana (SI) se estrenó ayer con ímpetu en el debate de investidura y se encontró cara a cara con Artur Mas, el primero de la clase. El líder de CiU no dudó en mostrar al "novato" quién manda y hasta quiso enseñarle liturgia parlamentaria explicándole que tiene que saludar a sus señorías. Aunque el cara a cara terminó en tablas, ilustra a la perfección cómo será el curso de la legislatura entre las dos formaciones y, sobre todo, entre las eléctricas personalidades de sus líderes. Al parecer atrás quedaron las épocas en las que, en campaña, Mas buscaba al entonces presidente del Barça para la foto de rigor.

Laporta inició su discurso pidiéndole a Mas que respondiera si quería la independencia. Y desde ahí desgranó el hilo conductor de su programa: fiar la solución de todos los males de Cataluña a ser un Estado. "No puede haber cohesión social sin cohesión nacional o viceversa. Solo la formación de un Estado catalán puede conseguir el doble objetivo", explicó el líder de SI en un discurso leído, en el que se le vio incómodo. Lo suyo no es leer. Laporta definió el pacto fiscal de "versión reducida" del concierto económico y dijo que es un "vicio" del Parlament "crear grandes expectativas que después provocan inmensas frustraciones".

Mas le replicó de forma airada. De entrada, reprochó al líder de SI que no saludara a José Montilla. "Si hay un presidente se le ha de saludar. Usted es novato y es lógico que no lo sepa, pero siento la necesidad de decírselo", le dijo con sorna. Y le espetó que en la Cámara se debe hablar de "otras cosas" diferentes a la independencia y "tener posiciones sobre otros temas". Y acabó con algo demoledor: le dijo que intentar proclamar la independencia podría comportar "grandes frustraciones", parafraseando el ataque de Laporta sobre el pacto fiscal. Y añadió: "Usted, con un discurso tan claro y tan evidente, solo tiene cuatro diputados". En la contrarréplica, Laporta , destilando sentido del humor y mucho más suelto, saludó de nuevo a la Mesa, diputados y presidente en funciones de la Generalitat. Y desacreditó el pacto fiscal porque, dijo, supone ir a "mendigar" a Madrid y "volver con el rabo entre las piernas", algo que no cayó bien en la bancada de CiU.

Al volver a su escaño, en la última fila, Laporta se quejó a sus compañeros de lo mucho que cansa subir tantas escaleras. Le quedan cuatro años de ejercicio diario.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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